Los fracasos de la sopa de letras: dos tripartitos soberanistas que hundieron al PSC

Con el denominado «pacto del Tinell» firmado en 2003 , el PSC liderado por Pasqual Maragall, que había obtenido 42 escaños, abandonaba los equilibrios hasta entonces mantenidos para conciliar sus dos almas, la soberanista y la autonomista, para entregarse a ERC y a la ecosocialista ICV, con la que el PSC ya había colaborado a nivel municipal.

Maragall se embarcó en una reforma estatutaria que excedía los límites constitucionales, pero nada era suficiente para alimentar el separatismo de ERC y Josep Lluís Carod-Rovira, quien no duró demasiado como consejero jefe. Tras su entrevista con la cúpula de ETA en Perpiñán (Francia), desvelada por ABC, Carod fue expulsado del Gobierno catalán. Era el principio del fin del «Dragon Khan» (montaña rusa), pues así se conocía popularmente a ese convulso primer tripartito.

Pese al desafío que suponía el nuevo Estatuto, el «no» de ERC en el referéndum obliga a Maragall a romper con esta formación y adelantar elecciones. Enfrentado con el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero, su carrera política acaba. Fue sustituido por José Montilla, del que se esperaba menos soberanismo . Pero tras los comicios de 2006, se reedita el tripartito y también la apuesta por el nacionalismo. El número de escaños sigue bajando (obtiene 37).

Montilla vuelve a excluir a miembros del aparato del partido en su equipo de gobierno y aupa a consejeros a dirigentes de marcada tendencia soberanista. Hasta que llegó la sentencia del Tribunal Constitucional que enmendó el Estatuto. A modo de protesta, Montilla se manifestó junto a pancartas independentistas . Fue una de sus últimas acciones como presidente. En 2010, se confirma la caída libre socialista: 28 escaños frente a los 50 de CiU, que convierten a Artur Mas en presidente. Montilla se retira y el PSC pasa a la oposición con Pere Navarro como nuevo líder. El partido vuelve a codearse con el soberanismo, esta vez apoyando el derecho a decidir (léase autodeterminación) que defiende Mas. La sangría de votos se repitió en 2012.