terrorismo
Se llaman «pueblo vasco» pero son 300
Las investigaciones sobre Herrira apuntan ahora a los «médicos» batasunos que elaboran las listas de presos de ETA «muy graves»
Se llaman «pueblo vasco» pero son 300
Reunirán a varios miles de personas porque juegan con los sentimientos de un sector de la población muy manejable, que se deja engañar con discursos alusivos a la «vulneración de los derechos de los presos políticos vascos», «las cárceles de exterminio», «el castigo de la ... dispersión»... Pero Herrira, que se presenta como representante del pueblo vasco, tiene no más de 300 militantes.
Así se desprende del auto del magistrado de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, en el que dicta prisión eludible con fianza para cuatro de los dirigentes de la plataforma de apoyo a los presos etarras. Herrira dispone de una organización logística idéntica a la que tenían sus antecesoras, Gestoras pro Amnistía y Askatasuna, ya ilegalizadas. Sus estructuras se denominan «Bilgunes» (Puntos de Encuentro), con diferentes niveles operativos: «Bilgune Nacional» -conjunto del País Vasco, Navarra y el País Vasco francés-; «Bilgune de Herrialde» -uno en cada provincia-; «Bilgune de Euskualde» -por comarcas», y «Bilgune Local» -en la mayoría de los pueblos. Suple así la falta de militancia con una estructura férrea que le permita organizar «ongis etorris» allá donde fijen su residencia los presos puestos en libertad y, al mismo tiempo, convocar con inmediatez movilizaciones.
Asamblea de «herriratarras»
El «Bilgune Nacional» viene a ser la «asamblea general» , que se reúne al menos una vez al año y a la que están convocados todos los militantes. Al último encuentro, celebrado el pasado 26 de enero, acudieron 300 «herriratarras» y se supone que entonces estaban todos los que son . El órgano ejecutivo es la «Dirección Nacional», a la que pertenecían los detenidos en la operación llevada a cabo el pasado lunes por la Guardia Civil.
Complicidades
Los cabecillas de Herrira participan en reuniones para coordinar las diferentes organizaciones encuadradas en el «subaparato de makos-Halboka» de ETA , encargado de apoyar a los presos y, también, de mantener su disciplina. A estas reuniones, que se celebran en la sede que el «colectivo de abogados de ETA» tiene en Hernani, acuden miembros de Etxerat, la asociación de familiares de presos etarras subvencionada por el Gobierno vasco, y de Jaiki Hadi . Esta última se presenta ante la opinión pública como un colectivo de profesionales de la medicina, que vela por la salud de los reclusos etarras, cuando en realidad la mayoría de sus integrantes son celadores, camilleros, conductores de ambulancia, recepcionistas... En los últimos años ha adquirido peso en el «frente carcelario», ya que se dedica a elaborar las listas de presos de la banda con enfermedades supuestamente «muy graves» . Incluso sus miembros denunciaron a la médico forense de la Audienca Nacional Carmen Baena por informar hace más de un año que Jesús María Ubibetxeberria Bolinaga, «Boli» , asesino de tres guardias civiles y secuestrador de Ortega Lara, no se encontraba en fase terminal y su cáncer podía ser tratado en prisión. Posteriormente, a Jaiki Hadi el tiro le salió por la culata, porque el Colegio Oficial de Médicos de Madrid dio la razón a la forense.
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