3.000 conductores bebidos al volante en una semana

Entre el 9 y el 15 de julio, la DGT ha llevado a cabo una campaña intensiva de controles de alcoholemia y drogas por la que han pasado un total de 241.505 conductores. El porcentaje de casos denunciados en las 20.000 pruebas diarias realizadas por la Guardia Civil alcanza el 1,16%, una cifra similar a la de la última campaña especial realizada en diciembre y que confirma la caída de positivos en alcoholemia registrados en las carreteras españolas, que ha descendido desde el 5% en 2001.

Aún así, el alcohol y las drogas están presentes en el 25% de los accidentes de tráfico que se producen en la Unión Europea y suponen la pérdida de 9.000 vidas cada año en las carreteras europeas. Casi la mitad de los 615 conductores fallecidos en 2012 en España, un 47,32%, habían consumido alcohol o drogas antes de ponerse al volante, sustancias que pueden multiplicar hasta por nueve el riesgo de sufrir o provocar un accidente de tráfico.

Penas de prisión y retirada del carné

Del total de 2.821 conductores que han dado positivo por alcohol o drogas en esta campaña especial, la Guardia Civil ha remitido a los jugados 201 casos por ser constitutivos de delito y 11 por haberse negado a realizar la prueba. El límite que convierte la infracción en delito se encuentra en los 0,60 miligramos en aire expirado, mientras que la negativa a realizar el control —que es obligatorio— es igualmente una conducta delictiva que acarrea una pena de prisión de seis meses a un año.

La sanción por circular bajo los efectos del alcohol o drogas supone la pérdida de hasta 6 puntos en el carné de conducir y una multa de 500 euros, aunque el Ministerio del Interior ya ha confirmado esta semana que estudia elevar esa sanción a los 1.000 euros . En el caso de superar la barrera de los 0,60 miligramos de alcohol en aire expirado, el conductor podría enfrentarse a una pena de prisión de tres a seis meses por un delito contra la seguridad del tráfico, una multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad, y la retirada del carné de conducir de uno a cuatro años.

Para esta campaña, la DGT ha contado con la colaboración de la Federación Nacional de Asociaciones de Lesionados Medulares y Grandes Discapacitados Físicos ( ASPAYM ). Varios voluntarios con lesión medular a raíz de un accidente de tráfico han acompañado a la Guardia Civil durante los controles para coincienciar a los conductores del riesgo de ponerse al volante después de consumir alcohol.