La efectividad (o no) de castrar químicamente a un violador
Alejandro Martínez Singul sale de prisión con la promesa de seguir con este tratamiento voluntario que suscita continuas discusiones entre los expertos
Alejandro Martínez Singul , más conocido como el segundo violador del Eixample ha cumplido, de manera íntegra, la última pena a la que fue condenado: tres años y nueve meses de prisión. Tal y como han informado fuentes judiciales, Singul ha recibido en la cárcel un tratamiento psicosocial «intensivo e individual» para evitar la comisión de nuevos delitos sexuales. Sin embargo, lo cierto es que técnicos penitenciarios han reconocido que el preso no está preparado para la libertad , motivo por el cual ha decidido someterse de manera voluntaria a la denominada «castración química».
Pero, ¿en qué consiste este procedimiento y por qué se lleva a cabo? ¿Será efectiva la castración para que Singul no cometa ningún delito sexual cuando abandone la prisión? Son evidentes las cuestiones que el término «castración química» suscita y muy amplio el debate que la medida, de caracter voluntario en Cataluña, genera entre los expertos.
En términos generales, la denominada «castración química» consiste en el tratamiento del delincuente sexual mediante una serie de fármacos que buscan reducir los niveles de testosterona en el hombre. Uno de los fármacos más empleados para este aspecto es la Depo-Provera , que le es inyectada al sujeto con el fin de reducir este apetito sexual incontrolable. Respecto a este método, empleado cuando el recluso no muestra signos de reinserción, es necesario destacar dos aspectos importantes: el primero de ellos que no supone, en ningún caso, la alteración física del cuerpo del indivíduo sino solo su tratamiento con fármacos y el segundo que es un tratamiento reversible, cuyo resultado desaparecerá si el indivíduo decide suspender la medicación.
Es, precisamente, el hecho de que la castración sea reversible, lo que suscita más dudas en cuanto a su efectividad pues, como varios expertos destacan, este método ayudará solo a aquellas personas que quieran ayudarse y tengan la voluntad de no reincidir. Entre otros muchos aspectos, pueden ser los efectos secundarios de la Depo-Provera los que hagan que el sujeto en cuestión decida no seguir con el tratamiento al salir de prisión. Pérdida de vello corporal, redistribución de la grasa o depresiones pueden ser algunas de las consecuencias del tratamiento.
Mejores opciones
La decisión de emplear la castración química voluntaria en delincuentes reincidentes llegó a Cataluña en 2009, después de que la Comunidad sufriera varios casos de violadores reincidentes, entre ellos el de Singul que, tras ser puesto en libertad, volvió a ser detenido por un nuevo delito sexual en Francia. En la página web del Ministerio del Interior puede consultarse el Manual del Terapéuta empleado en las cárceles españolas y en el que se enseña a los trabajadores cómo tratar con este tipo de delincuentes.
La opción llegó a Cataluña en 2009Uno de los apartados del citado manual es el dedicado a prevenir la recaída del recluso. Al respecto, en el documento se explica que el delincuente es informado «de que no existe curación para sus desórdenes y de que aunque el tratamiento disminuirá su atracción por conductas sexuales de abuso, las fantasías volverán a presentarse en el futuro». La prevención de la recaída es, según Interior, un «proceso de auto-control que lleva a adoptar un estilo de vida alejado de la agresión sexual y que permite controlar y manejar situaciones de alto riesgo que se puedan presentar en el futuro. Supone un cambio en los pensamientos, emociones y comportamientos que permitirán al recluso controlar su vida y evitar la recaída».
En dicho manual no se contempla la castración química implantada en Cataluña como alternativa posible a la hora de evitar la reincidencia, sino que solo mediante la terapia psicológica y psiquiátrica y la ayuda de los expertos el recluso conseguirá controlar su deseo sexual.
La castración llega a Cataluña...
Sin embargo, el modelo previsto por el departamento del Interior pareció no ser suficiente en Cataluña, donde tras la recaída de Singul llegó el controvertido debate sobre la castración. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña discutió largamente sobre los pros y los contras de esta posibilidad ante la necesidad imperiosa en la región de encontrar una solución acertada al problema y, tras un largo análisis, la Generalitat concluyó que la castración química era la clave para evitar casos como el del segundo violador del Eixample.
...pero ningún preso se acoge a ella
Tras el controvertido debate sobre la medida farmacológica para acabar con el problema, la Generalitat se encontró sin embargo con que ningún delincuente sexual quiso acogerse a esta posibilidad . El miedo al amplio abanico de efectos secundarios derivados de la medicación, entre otros muchos aspectos, hizo que el programa permaneciera en blanco a pesar del revuelo suscitado. Hoy, la salida de prisión de Singul resucita este programa al que ningún preso quiso someterse en su día.
¿Y si se establece como medida obligatoria?
Con nuestro marco legislativo actual, en ninguno de los casos la castración química podría efectuarse de manera obligatoria en nuestro país, pues contraviene la Constitución. Ya en 2009, durante el debate sobre la implantación voluntaria de este sistema en Cataluña, Montserrat Tura especificó que en ningún caso el programa podría ser obligatorio, pues «implicaría un choque frontal con los derechos constitucionales de los reclusos».
Países
El primer país en aplicar la castración química fue Estados Unidos, donde hoy se aplica de manera obligatoria en varios Estados, como California, Georgia, Texas, Montana, Florida y Luisiana.
Este sistema es también aplicado en otros países, como en Bélgica, Gran Bretaña y Suiza o Polonia, donde la legislación es extramadamente dura en este sentido. En Alemania este método solo se emplea con agresores mayores de 25 años.
En Suecia y Dinamarca, como en Cataluña, la castración química se aplica con carácter voluntario. Otros países en los que se aplica la medida son Corea del Sur, Israel, Noruega, Argentina, Moldavia o Francia.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete