La entrevista más absurda hecha a Rajoy

«Buenas tardes, tenemos con nosotros al presidente de la República de España» , presentó el periodista colombiano al comienzo de la grabación de la entrevista con su mejor voluntad. Como es lógico, Rajoy se quedó estupefacto y paró en seco al informador para que corrigiera: «Mira, es que España no es una República, yo que tú volvía a empezar».

El periodista accedió y volvió a comenzar la presentación de su entrevista en exclusiva: «Buenas tardes, tenemos con nosotros al presidente del Reino Unido de España» . Rajoy, que había llegado a Cali (Colombia) directamente desde Bruselas y estaba algo cansado físicamente, pero de buen humor, volvió a cortar al informador colombiano: «Disculpa, pero mira es mejor que digas el presidente del Gobierno de España y ya está ». El periodista volvió a cortar la grabación y empezó por tercera vez.

«Buenas tardes, tenemos con nosotros al presidente de España». Rajoy ya no le corrigió más, y aguardó a la primera pregunta sobre la crisis económica para soltar un discurso que tiene perfectamente memorizado e interiorizado. Tanto, que se aburrió hasta él mismo y no tuvo más remedio que cortar de nuevo al periodista. «Es que estoy muy cansado. De todas formas, vamos dos a uno...» , le advirtió.

A esas alturas, los que presenciaban la escena desde fuera ya no podían contener la risa, y el mismo Rajoy acabó riendo también, mientras señalaba con humor a una periodista española que observaba divertida la extraña escena de la entrevista. « Y tú no te rías...», le pidió Rajoy mientras él reía tambien.

A todo esto, la televisión colombiana volvió a preparar el inicio de la entrevista, con la mala suerte de que la batería de la cámara se acabó . Ante lo absurdo de todo, la secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez Castro, zanjó la situación y comentó al presidente que lo mejor era no hacer la entrevista.

Así que Rajoy se marchó y la televisión colombiana se quedó sin una entrevista exclusiva con el presidente del Gobierno de España, que no había conseguido nadie más.