Borja Sémper, la nueva voz del PP vasco

Alejado de la línea más «oficialista» del PP, Sémper apuesta por un discurso «renovado» con el que buscar nuevos espacios entre el electorado vasco, desde una posición de centralidad y dada al consenso con el resto de formaciones democráticas, lo que a su juicio contribuirá a paliar la alta desafección de la ciudadanía hacia la clase política. El máximo dirigente del PP de Guipúzcoa, y autor de la ponencia política refrendada por el congreso regional de los populares vascos hace ahora un año, era uno de los candidatos en la terna por la sucesión de Basagoiti, aunque él mismo se descartó de la carrera consciente de la falta de apoyos suficientes dentro del partido, donde algunas voces han llegado a lamentar su falta de contundencia frente a Bildu.

Precisamente, algunas declaraciones suyas sobre la coalición radical y su alusión a construir el futuro en convivencia también con quienes antes alentaban el asesinato al adversario — «Bildu no es ETA», declaró en diciembre a la revista cultura Jot Down— le acarrearon duras críticas sobre su posición a la hora de abordar el final del terrorismo, cuestión en la que suele distanciarse de «visiones catastrofistas», como él dice.

Pero rápidamente Basagoiti y el resto de la dirección salieron en defensa de su compañero y su larga trayectoria como militante del PP y defensor en primera línea de la libertad en el País Vasco, aunque fuentes de la ejecutiva sí reconocieron entonces cierta «torpeza» en el discurso «demasiado arriesgado» de Sémper que podía generar confusión y llevar a «malinterpretaciones» del sector más ortodoxo del PP nacional. Sus últimas intervenciones en la Cámara, la última el pasado jueves para rechazar el término de «presos políticos», parecen haberle reconciliado con sus críticos.

En la primera entrevista desde su designación, concedida a ABC el pasado jueves, Arantza Quiroga refrendó a su compañero como uno de los mayores valores al alza entre los populares vascos . «Desde luego vamos a contar con la voz de Borja Sémper», aseguraba sin poder confirmar una decisión que se barruntaba como la más probable. Quiroga desdeñó así por «injustas» las críticas sobre la contundencia de Sémper ante Bildu. «Yo he llorado con Borja Sémper, he compartido desgraciadamente muchos velatorios con Borja Sémper, yo sé lo que ha sufrido Borja Sémper y su familia. Cada vez que escucho cuestionar la postura de Borja Sémper, me parece profundamente injusto . Y normalmente además son de personas que nunca han bajado a la plaza», afirmó Quiroga a este diario.

Autoproclamado «liberal más que conservador», a Borja Sémper se le considera a sus 37 años como uno de los miembros con más recorrido dentro del PP vasco, junto al actual alcalde de Vitoria, Javier Maroto, y la propia Arantza Quiroga. Sus compañeros destacan de él su perfil «rompedor», capaz de aportar «frescura» a la política en el momento de mayor desprestigio. Como líder del PP en Guipúzcoa dirige el plan por el que los populares prevén abrir este mismo año sus primeras sedes oficiales a pie de calle, en Irún y en Zarauz, entre otras localidades. «Queremos demostrar ser un partido con profundas raíces vascas pero sin renunciar a que somos España», asegura Sémper, para quien hoy por hoy «el espejo» donde mirarse como dirigente político es el presidente del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijóo .

La designación de Sémper, acordada ayer por la dirección del PP vasco, cierra por completo el proceso de relevo motivado por el abandono de Antonio Basagoiti , cuya plaza en la Cámara vasca la ocupará ahora la ex senadora Juana Iturmendi. Una heredera a quien considera su «madrina política», ya que con ella como «número dos» empezó su carrera municipal en Bilbao, en 1999 y 2003.