Gallardón anuncia que el nuevo mapa judicial no cerrará ningún juzgado

Durante su intervención ante la Comisión de Justicia, Gallardón ha explicado que la principal novedad de la reforma de la planta judicial es la creación de los llamados tribunales de instancia, cuya circunscripción será provincial y «no supondrá el cierre de ningún juzgado o infraestructura judicial». De esta forma se aprovecharán las estructuras existentes, ha dicho, aunque el nuevo modelo se basa ahora más en la concentración y especialización que en la territorialidad.

Gallardón ha defendido los tribunales de instancia porque con ellos «se mejorará la carga de trabajo, el régimen de sustitución de jueces y la unificación de criterios en las resoluciones más complejas» y ha recordado que a realidad ha puesto de manifiesto que la creación de 2.500 plazas judiciales «se ha demostrado ineficaz porque no se ha conseguido reducir la pendencia».

Los tribunales de instancia estarán formados por los magistrados de los juzgados unipersonales actuales, en unidades judiciales, y algunos de la Audiencia Provincial, en concreto, los que se encargarán de juzgar en primera instancia. Las apelaciones que hasta ahora correspondían a las audiencias pasarán a los tribunales superiores de Justicia, que contarán con cuatro salas (Civil, Penal, Contencioso-Administrativo y Social).

Respecto a la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que se llamará Código Procesal Penal, el ministro ha destacado el hecho de que sea el fiscal quien investigue las causas penales sin que desaparezca el juez instructor, que actuará como juez de garantías; la reordenación de las competencias del tribunal del jurado; la actuación de la acción popular (puede pedir la apertura de juicio oral aunque el fiscal no acuse cuando se trate de delitos de Corrupción) o la desaparición de los privilegios para los políticos, que, como el resto de los testigos, ya no podrán declarar por escrito desde sus despachos, sino que tendrán que acudir al juzgado cuando sean requeridos para ello.