Rosa Díez se pone estupenda con Rajoy

Rosa Díez no deja pasar ninguna oportunidad de provocar a Rajoy. Aunque esté afónica, como en el debate de esta semana en el Hemiciclo. Lo de delegar funciones no va con ella. En el pleno donde Rajoy explicó las decisiones adoptadas en el Consejo Europeo de marzo , la líder de UPyD aprovechó para lanzar varios dardos.

«No deja de ser ciertamente incompatible que usted quiera pasar de las musas al teatro», comenzó. Y cogió carrerilla: «Su receta para actuar en tiempos de crisis, como nos acaba de recordar hace pocas fechas, es no hacer nada, yo lo veo a usted en los consejos de estas características -qué quiere que le diga- como pez en el agua, participando en unas reuniones en las que lo único que se decide es no decidir nada».

«Es difícil hablar con usted de otra cosa distinta que de lugares comunes»Lo que hay que hacer, le recomendó Díez a Rajoy, es tomar decisiones de forma inaplazable y no estar allí como aquel -como dice la canción- que pasaba por aquí, ningún teléfono cerca y no lo pude resistir». El jefe del Ejecutivo, en su primera respuesta, se contuvo y no respondió. La líder de la formación magenta insistió: «Usted es como es. Somos como somos, ha dicho. Por cierto, es la letra de un tango, ya que estamos con citas. Claro que las cosas son como son, que las gentes somos como somos, pero usted aquí no está para hablar solo de lugares comunes».

¿Lugares comunes?, debió de pensar Rajoy: «Tiene que entender que es difícil hablar con usted de otra cosa distinta que de lugares comunes, pero aún así tengo mucho mérito porque he hablado de cosas importantes, algo que usted, al estar en los lugares comunes, no ha podido percibir. Lo siento mucho». Mirando desde la tribuna, el presidente del Gobierno podía ver casi de frente a la señora Díez, que no Díaz , como se ha referido a ella en otras ocasiones. La exsocialista incluso se lo reprochó en su turno de palabra el pasado mes de marzo: «¡Díez, presidente; Rosa Díez!». Llevó su batalla a las redes sociales y escribió en su perfil de Facebook: «Bueno, pues Rajoy además de no decir nada sobrar (sic) lo que le he preguntado (sic) el Presidente del Gobierno vuelve a llamarme Sra. Díaz... Si no es capaz ni de pronunciar el nombre de una portavoz parlamentaria, si no sabe decir Díez, ¿cómo va a decir Bárcenas?».

A Rosa Díez le gustan las citas. En una sesión celebrada en diciembre llevaba varias apuntadas, una detrás de otra, y así las leyó:

«Nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra o después de una cacería —Otto Von Bismarck—».

«Como no estamos en guerra ni somos compañeros de cacería ni parece que vaya a haber otras elecciones pronto, podríamos pensar que usted a partir de este momento va a decir la verdad pero, como dijo Aristóteles, el castigo del embustero es no ser creído aun cuando diga la verdad».

«Más citas, que veo que les gustan. Las Sagradas Escrituras están llenas de citas contra el hábito de mentir: Es preferible el ladrón al mentiroso, pero uno y otro caminan a su pérdida —Eclesiástico—. El testigo falso no quedará sin castigo y el que cuenta mentiras no escapará —Proverbios 19.5—».

«Pero también hay citas más modernas e igual de pertinentes: En tiempos de engaño universal —dedicado a todos ustedes que aplauden muchísimo cuando se habla de las pensiones o de que no hay corrupción; a ver si les gusta— decir la verdad se convierte en un acto revolucionario. Ya sé que usted no es revolucionario pero tampoco lo es desde la perspectiva de Orwell, evidente».

Rajoy fue más comedido en la respuesta: «Señora Díez, puede usted aplicarse la totalidad de las citas que le ha explicado a los señores diputados, todas». Risas y aplausos, añade el diario de sesiones del 12 de diciembre de 2012.

Rosa Díez militó durante treinta años en el PSOE, pero su discurso pretende ser el de una recién llegada. «El fracaso de ustedes, los dirigentes políticos, los miembros del Gobierno», dijo este miércoles, como si nada fuera con ella. No es nueva en el juego de la provocación. «Si algo lamento es no preguntar yo», le espetó Rubalcaba cuando era el hombre fuerte de Zapatero en el Gobierno . Y lo hizo: «¿Se considera corresponsable políticamente de Ardanza (exlendakari) cuando estuvo en su Gobierno? ¿Se considera responsable de lo que hizo cuando usted era consejera? ¿Es compatible con lo que defiende ahora?».

Hoy la portavoz de UPyD no se acuerda de eso, y tiene para todos. Como en junio del año pasado: «Si al señor Rodríguez Zapatero no le pasó nada por pronunciar la palabra crisis y por reconocer que la crisis existía, a usted no le va a pasar nada por reconocer la verdad, por hacerlo en sede parlamentaria y por llamar al rescate, rescate. Dígalo conmigo: rescate ». (Risas).

Y Rajoy: Señora Díez, ha empezado su intervención diciendo: ¿Se acuerda usted, se acuerda usted de lo que yo dije —refiriéndose a usted—? La verdad es que no me acuerdo, porque no estoy tan pendiente de usted, se lo digo con absoluta franqueza». (Risas.—Aplausos).

«Con absoluta franqueza –le señalaría otro día en el Congreso Rajoy a su particular "dolor de muelas"– oyéndola a usted da la sensación de que todos somos muy malos pero menos mal que la tenemos a usted, que es estupenda …». Entre aplausos, el presidente del PP remachó: «Tengo que decirle que yo no pienso de usted lo que usted piensa de sí misma y creo que debería ser usted un poquito más modesta».