La Policía fijará un cordón de seguridad de 300 metros para proteger casas de políticos de los acosos

Cosidó se ha mostrado rotundo con los hostigamientos y ha recordado que se están dando concentraciones en viviendas donde ni siquiera viven los políticos, objeto de las protestas, sino que han residido en algún momento o lo hace algún familiar.

Si se producen reuniones no comunicadas, se identificará a quienes participen en ellas. Si se comete delito (amenazas, coacciones o insultos) se procederá a detener a quien lo provoque y tras las intruciones recibidas por todas las unidades, será la Delegación del Gobierno y las Jefaturas Superiores quienes adoptarán las medidas oportunas.

«No hay un plan específico contra los escraches», ha aseverado Cosidó, pero sí instrucciones claras para que se proteja el derecho de reunión y manifestación al tiempo que los derechos fundamentales en liza, como el derecho a la intimidad, al honor y la inviolabilidad del domicilio. Tanto el director general del CNP como el secretario de Estado de Seguridad han admitido que se trata de un equilibrio difícil, aunque han confiado en la profesionalidad de los agentes.

Cosidó ha reconocido que «2013 va a ser un año muy difícil porque la crisis repercute en todo, también en la conflictividad social» aunque ha confiado en una mejora para 2014. Estas declaraciones se han producido durante la primera convención de mandos de la Policía Nacional, que reúne en Madrid a más de 330 altos mandos del Cuerpo, desde la Junta de Gobierno hasta los jefes de unidades centrales, jefaturas superiores, comisarías locales y de distrito y puestos fronterizos.