Bildu amordaza a la primera víctima del terrorismo
El alcalde entregó la medalla de San Sebastián a la familia de Begoña Urroz en un acto silenciado y sin cámaras
i.r.
La «izquierda abertzale» dice esforzarse en seguir dando pasos hacia el reconocimiento de todas las víctimas, pero no siempre consigue disimular su falta de empatía. A regañadientes y obligado por la oposición, el alcalde donostiarra de Bildu, Juan Karlos Izagirre, entregó ayer la medalla de ... Oro de San Sebastián a la familia de la bebé de apenas casi dos años Begoña Urroz, asesinada en 1960 por el estallido de una bomba presuntamente colocada por ETA, que nunca reivindicó el atentado. Fue, como estaba anunciado, en un acto por la tarde, celebrado a puerta cerrada, con la única presencia de los familiares y los grupos políticos, y con el veto impuesto por Bildu a los medios de comunicación para evitar propagar el tardío homenaje a la que está reconocida como la primera víctima del terrorismo en España.
Los medios gráficos captaron la llegada de la madre y dos hermanos del bebé –una hermana heredó el nombre de Begoña en su recuerdo— hasta edificio del consistorio donostiarra, pero se les denegó el acceso, cuando desde que gobierna Bildu no hace falta ni mostrar el carné de identidad ni tan siquiera pasar por un mínimo control de seguridad. Pero ayer las puertas estaban cerradas para que el tributo no tuviera eco.
Bildu, que no apoyó el acuerdo del pleno de junio de 2012 por el que se decidía otorgar la Medalla de Oro a la familia Urroz, alegó que el formato cerrado fue el mismo al utilizado en la entrega de dos medallas anteriores, como la de Jesús García Ripalda, muerto en 1975 por los disparos de la Policía. En aquella ocasión, sin embargo, sí hubo hueco para los periodistas, según informó ayer Efe.
El mundo de Batasuna siempre ha entendido una «manipulación» interesada el reconocimiento como víctima del terrorismo del bebé Begoña Urroz, cuyo asesinato se negó a condenar el primer edil donostiarra cuando se debatió esta iniciativa, y aducen que no está probada la autoría de ETA en el atentado.
En contraste con la opacidad impuesta ayer, el alcalde suele realizar homenajes públicos a otras víctimas, como los «funcionarios represaliados» durante la guerra –el pasado viernes- y es habitual que convoque a la ciudadanía y mande hasta a la banda municipal de txistularis.
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