La Reina, los Príncipes y las Infantas, unidos en torno al Rey

Doña Sofía y las Infantas llegaron al centro sanitario sobre las dos menos cuarto de la tarde. Las tres acudieron a bordo del mismo automóvil y respondieron con una sonrisa y saludos a los aplausos de los curiosos que se habían concentrado en la zona. Al contrario de lo que sucedió en la última ocasión en la que fue operado Don Juan Carlos, en la clínica San José, esta vez Doña Cristina viajó sola hasta Madrid para estar junto a su padre, mientras que Iñaki Urdangarín y sus hijos permanecieron en su casa de la Ciudad Condal. La Infanta, que lucía gafas de sol como su hermana mayor, viajó ayer mismo a Madrid por vía aérea, según informaron fuentes de La Zarzuela.

Precisamente, la presencia del Duque de Palma en el centro sanitario donde el Rey había sido operado la última vez provocó un cierto malestar en la Casa del Rey, ya que no se puede olvidar que Urdangarín está involcurado en un supuesto caso de corrupción y más de uno interpretó que con esa visita «inoportuna» buscaba un cierto amparo en torno a la figura del Monarca. Para marcar aún más las distancias respecto a él, la Casa del Rey decidió poco después de ese episodio eliminar al Duque de Palma de la página web de la Institución.

También fue significativo que Carlos García Revenga acompañara a Doña Elena y Doña Cristina, lo que demuestra que el secretario de las Infantas tiene toda la confianza de la Familia Real, después de que declarase como imputado el sábado 23 de febrero ante el juez que instruye el caso Nóos. Como ya informó ABC, después de esa comparecencia, el secretario de las Infantas está mucho más cerca de que se le levante esa condición.

Los Príncipes de Asturias llegaron a las tres y veinte de la tarde a la clínica a bordo de un coche conducido por Don Felipe y, como la Reina y las Infantas, recibieron muestras de cariño de los congregados, a las que respondieron con una sonrisa y saludos. A las puertas del centro fueron recibidos por el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, y posteriormente los Príncipes saludaron a los numerosos periodistas apostados en la entrada del centro.

Entre las personas que acudieron a La Milagrosa para interesarse por Don Juan Carlos también estaba el doctor Ángel Villamor, quien operó al Monarca en intervenciones anteriores de la rodilla y la cadera. Según fuentes de La Zarzuela, la visita del facultativo se explica por mero interés «personal», ya que le une una relación de amistad con su paciente, y no porque fuera necesaria su presencia.

Minutos antes de las cinco de la tarde, cuando ya había trascendido que la operación se había desarrollado de forma satisfactoria, Doña Sofía abandonó el centro sanitario sin hacer declaraciones y acompañada por el jefe de su secretaría, José Cabrera. Poco después lo hacían Doña Elena y Doña Cristina, quienes salieron de la clínica en un coche conducido por Carlos García Revenga. Como ocurrió a su llegada, tanto la Reina como las Infantas volvieron a recibir muestras de cariño de los congregados.

Hubo que esperar hasta las cinco y media de la tarde para conocer las primeras impresiones sobre la intervención de un miembro de la Familia Real. Fue el Príncipe de Asturias quien, a las puertas de La Milagrosa, se dirigió a los periodistas para afirmar que «la operación (del Rey) ha ido muy bien». Don Felipe comentó que «el doctor De la Torre ha hecho un magnífico trabajo con todo su equipo», y explicó que «hemos podido ver unos instantes al Rey» y que «la sensación es que ha ido muy bien la operación».

El Heredero de la Corona agregó que Don Juan Carlos estaba «ya despierto» y «hemos intercambiado dos palabras muy rápidas, para que supiera que estábamos». Según el Príncipe, el Rey «estaba a gusto, dentro de que es un posoperatorio y está en la UVI». «Después de una operación de tres horas, se pueden imaginar cómo puede estar», añadió Don Felipe, que no obstante manifestó que el Rey «está satisfecho de haber superado una situación muy pesada de dolores y de incomodidades, y ahora tendrá una época por delante de trabajo duro, de mucho esfuerzo, para poder recuperarse».

Después de la breve comparececia ante los medios de comunicación, Don Felipe y Doña Letizia se acercaron a saludar a las personas que se habían concentrado junto a la clínica, a las que agradecieron su interés y los aplausos que les habían dedicado. A continuación subieron a su automóvil y pusieron rumbo al complejo de La Zarzuela para pasar el resto del domingo junto a las Infantas Leonor y Sofía.

Hasta hoy no se espera que Don Juan Carlos reciba visitas al margen de las de su familia, si bien es posible que ese plazo se prolongue hasta mañana en función del estado del paciente. Si no hay retrasos imprevistos, el Rey será trasladado a planta y se le comenzarán a quitar las vías, lo que sin duda le hará estar mucho más cómodo.