Cuatro años sin Marta del Castillo

Durante los cuatro largos años que han pasado desde entonces, se han celebrado dos juicios. El primero contra Javier García Marín, «El Cuco», que tenía quince años cuando ocurrieron los hechos. El juez de Menores de Sevilla le impuso en marzo de 2011 dos años y once meses de reclusión por un delito de encubrimiento.

Un año después, el 13 de enero de 2012, la Audiencia Provincial de Sevilla condenó a Miguel Carcaño a 20 años de cárcel por el asesinato de Marta. Fueron absueltos el hermano de Carcaño, Francisco Javier Delgado; su novia, María García, y Samuel Benítez, acusados de haber ayudado al asesino a deshacerse del cuerpo de la víctima. El caso está ahora en manos del Tribunal Supremo, en el que los padres de la joven tienen depositadas sus esperanzas para que «haga la Justicia que no se hizo». En declaraciones a Ep, Antonio del Castillo ha expresado su deseo de que la decisión del alto Tribunal sea «rápida y pronto» ya que, asegura, se pasan «los días» pensando en ella.

Los padres de la joven asesinada asumen como «mal necesario» la posibilidad de que el Tribunal Supremo ordene celebrar un nuevo juicio. Esta opción supone retrasar aún más en el tiempo el proceso judicial, hasta el punto de que Miguel Carcaño podría ser excarcelado si transcurren antes de la nueva vista los cuatro años que la ley establece como límite máximo para la prisión preventiva. «Lo asumiremos siempre y cuando se haga Justicia. Es un mal que tenemos que asumir», asegura Antonio del Castillo.

Tanto la Fiscalía como la acusación particular solicitaron el pasado mes de noviembre a la Sala Segunda del Tribunal Supremo que ordene repetir el juicio ante las contradicciones y errores en que incurrió la sentencia de la Audiencia Provincial de Sevilla. Fuentes jurídicas señalan que la Sala está ultimando el fallo, que se ha retrasado no sólo por su dificultad técnica sino también por la indisposición del magistrado ponente, que ha estado enfermo. Las mismas fuentes no descartan que el Tribunal se decante finalmente por estimar la petición del fiscal y de la familia Del Castillo y ordene celebrar de nuevo el juicio.

Para el matrimonio Del Castillo, que a día de hoy sigue en contacto con el Grupo de Menores de la Policía, «lo más indignante y lo que nos exaspera» es no haber encontrado el cuerpo. «Queremos encontrarla y darle una sepultura digna, que no esté tirada por ahí como un perro y así aliviar nuestro dolor», concluyó el padre.