El banco suizo sospechó de las actividades políticas de Bárcenas

Una nota interna del 1 de noviembre de 2004 refleja que «el cliente visita Ginebra (...) Está invirtiendo en bienes inmuebles y comercio de arte». El parte recoge que Bárcenas tenía un muy lucrativo negocio: «Va a invertir con dos socios varios millones en un proyecto en Baqueira, una estación de esquí española, para vender casas de lujo con un margen del 200 por cien». Hay constancia de que en 2008 compró una casa en Baqueira por 941.000 euros.

En esta misma reunión, Bárcenas comunica al banco su inerés «en una fundación panameña», de la que discutirán los detalles «durante su próxima visita». La citada fundación, denominada Sinequanon, llegaría a acumular 22 millones de euros, según desveló la comisión rogatoria que la Audiencia Nacional envió a Suiza.

El Dresdner Bank no tardó en sospechar que los fondos de Bárcenas podrían tener un origen poco claro. En septiembre de 2005, un directivo del banco ordenó a los gestores de las cuentas que «requirieran más información sobre los negocios del señor L. B. y el origen de sus activos (14 millones de euros) en nuestro banco». El Dresdner Bank se planteó «detener nuestra relación de negocios» con el político español. Un correo electrónico incorporado al sumario del caso Gürtel, en el que Bárcenas está imputado, recoge que «el cliente estaba sorprendido y un poco molesto con la reciente actitud del banco de intentar conseguir más información sobre él y sus actividades profesionales». El político reconoció que era senador pero no tenía «poder de decisión». Al parecer, la explicación fue suficiente para el Dresdner Bank.

En la documentación que la entidad guarda sobre el exsenador está el «perfil de inversión» de su fundación panameña, Sinequanon. El documento, cumplimentado por el expolítico, recoge los activos de esta entidad representan entre el 20 y el 50 por ciento de su patrimonio total, por lo que los 22 millones de euros que manejaba Sinequanon no superarían la mitad de su fortuna. Bárcenas informa de que sólo le interesan «las inversiones con bajo riesgo».

El estallido del caso Gürtel, en febrero de 2009, provocó una inmediata reacción del político. Envió un manuscritonuscrito a su gestora bancaria para co-comunicarle que «varios amigos y yo mismo hemos decidido unir parte de nuestros activos para diversificar riesgos (...) Mantendremos con vuestra entidad inversiones bursátiles por valor de unos diez millones de euros», pero «mis socios les informarán de las transferencias que vamos a ordenar».

Bárcenas, que nombró a un nuevo apoderado, realizó ocho transferencias entre marzo y junio de 2009 por un total de cinco millones de euros. El destino fueron dos oficinas del HSBC y el UBS en Nueva York y Connecticut.