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Iñigo Urkullu - Candidato del PNV a la Presidencia del País Vasco

Urkullu, favorito para recuperar el nacionalismo vasco

M. Hermosilla - Madrid

Urkullu fue proclamado de nuevo candidato a lendakari en mayo, a pesar de que en el 2009 no lograra los apoyos suficientes para gobernar

Iñigo Urkullu
Iñigo Urkullu / ABC

Iñigo Urkullu Renteira, candidato a las elecciones del 21 de octubre, nació el 18 de septiembre de 1961 en Alonsótegui, Vizcaya. Es diplomado en Magisterio y Filología vasca, profesión que ejerció en colegios de Portugalete y Bilbao. Ahora disfruta de una excedencia como profesor de ESO.

Urkullu es un hombre forjado en el partido. Con tan solo 23 años ya formaba parte del Consejo Regional y Nacional del PNV.

A este vizcaíno de 51 años, favorito en los comicios, se le describe como a un hombre serio, religioso y familiar. Casado y con dos hijos, se enfrenta ahora al reto de recuperar el Gobierno vasco tras la primera legislatura no nacionalista.

Tiene fama bien ganada de dialogante. Urkullu fue quien, tras ponerse al frente del partido en diciembre del 2007, retomó la relación con el Partido Popular tras cuatro años sin contactos entre ambos grupos políticos. Así, en octubre de 2008 Urkullu se reunió con Antonio Basagoiti, también hoy candidato a presidir el Gobierno vasco, con el objetivo de normalizar la relación entre ambos.

Sin embargo, el pacto de gobernabilidad entre PP y PSOE tras las elecciones de 2009 que ascendio a Patxi López a la presidencia volvió a tensar la situación.

Aun así, Urkullu volvería a reunirse con la cúpula popular. En 2010 mantuvo una reunión con Mariano Rajoy, quien también le ha recibido en La Moncloa.

Su relación con el expresidente Zapatero tampoco fue mala. Tras el anuncio de ETA del cese definitivo de la violencia mantuvo reuniones tanto con él como con el lendakari López. A ambos les planteó la conveniencia de derogar la Ley de partidos y apostó por una política penitenciaria flexible para avanzar en el proceso del final de la violencia y en la normalización política. Urkullu también se ha acercado a la izquierda abertzale y los constitucionalistas temen ahora que el frente independentista se haga con el poder.

Con Zapatero fue interlocutor privilegiado. Tras el anuncio de ETA del cese definitivo de la violencia mantuvo varias reuniones con el por entonces presidente del Gobierno, algo que no sentó del todo bien al lendakari López. A ambos les planteó la conveniencia de derogar la Ley de partidos y apostó por una política penitenciaria flexible para avanzar en el proceso del final de la violencia y en la normalización política. Urkullu también se ha acercado a la izquierda abertzale y los constitucionalistas temen ahora que el frente independentista se haga con el poder.

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