Ciudadanos: las razones del batacazo

Los de Albert Rivera no contaban con la repetición electoral y esperaban que en el medio plazo su firme oposición al sanchismo y el desgaste de la imagen del PP por la corrupción les convirtiese en la alternativa a los socialistas. No fue así. La ausencia de acuerdos políticos encendió las alarmas en Cs, donde son plenamente conscientes de la dificultad de movilizar a su electorado.

El veto a Sánchez le aupó a la tercera posición el 28-A y a rozar un «sorpasso» histórico a los populares, pero también es cierto que le hizo perder gran parte de sus votantes de centroizquierda. A siete días de concluir el plazo para formar gobierno, Cs envió una oferta al PSOE para negociar su abstención. Llegó tarde.

Los liberales olvidaron su principio fundacional de arrinconar a los independentistas , y Rivera, obcecado con superar al PP, llegó incluso a pedir en público que el PSOE cerrase ya su presunto pacto con Podemos y los independentistas. Con la repetición electoral Cs se vio forzado a levantar su veto al PSOE frente a un electorado que castiga mucho el bloqueo político, pero parece ser que no le ha funcionado y que gran parte de los electores que le llegaron del PP volvieron al partido de Pablo Casado.

Muchos de ellos, también, se han ido a la abstención . Y es que desde el partido ya avisaban en abril de lo difícil que es movilizar a los suyos, mucho menos ideologizados que los votantes de otros partidos, y esta vez, en las segundas elecciones generales de 2019, no lo han conseguido.