Rajoy abre campaña, «estimulado» por el CIS, en «feudos» perdidos

De este modo, Rajoy hará evidente el que quiere ser su mensaje en estas elecciones: o el PP, o un «batiburrillo» de partidos radicales . Para muestra, el primer día de campaña, dos botones: Santa Pola, gobernada durante 12 años por mayorías absolutas del PP, y que pasó en mayo del año pasado a manos de un pentapartito y con una alcaldesa socialista. Muy cerca, Torrevieja: tras 27 años de gobierno popular, ahora lo gobierna también una coalición de cinco partidos apoyados además con los votos de Ciudadanos, que no está en el gobierno.

Por si no quedara suficientemente claro, el sábado Rajoy paseará por Molina de Segura , también gobernado ahora por el PSOE con el apoyo de otros tres partidos, tras un pleno extraordinario convocado al renunciar el que había sido alcalde popular durante 21 años. La dimisión se produjo al saberse que estaba siendo investigado por una presunta prevaricación.

El PP lleva semanas realizando un intenso trabajo de denuncia de lo que considera «malas prácticas» de los ayuntamientos del cambio, al cumplirse un año de su llegada al poder. Rajoy va a aprovechar el ejemplo de estas plazas, donde pese a ser la fuerza más votada, el PP vio cómo coaliciones de varios partidos le arrebataban el gobierno local. Allí volverá a repetir su mensaje de confrontación entre la opción «radical y extremista» de Podemos y sus confluencias, acompañadas por el PSOE, o la «moderada» que ofrecen los populares.

El presidente no inicia «en frío» la campaña; de hecho, lleva ya semanas pateándose provincias españolas -14 en concreto- estrechando manos y haciéndose «selfies» con todo aquel que se lo ha pedido. Los datos de intención de voto del último CIS , conocidos ayer, hablaban de un avance significativo de Unidos Podemos, pero Rajoy prefirió llevar el foco a otro dato: el que vuelve a situar a su partido como «primera fuerza política en España, con claridad», algo que «para mí es un estímulo», aseguró tras un paseo por el centro de Salamanca.

El candidato popular insistió también por la noche, durante su acto de inicio de campaña en el madrileño Templo de Debod , en sus advertencias: «No es bueno cambiar el rumbo», dijo, y avisó sobre los que «apuestan por la radicalidad», que lleva a «la ruina a los pueblos».

Dice Rajoy que no le preocupa quién ocupe el segundo puesto, si Podemos o PSOE: «Yo sólo me preocupo por España y por los problemas de los españoles». Lo cierto es que todas las encuestas apuntan a la necesidad de una entente entre fuerzas políticas tras las elecciones, ya que no habrá mayorías absolutas. Y en la estrategia electoral popular se incluye alcanzar un acuerdo con el PSOE después del 26-J para, con su apoyo o con su abstención, poder formar gobierno y llevar adelante las grandes reformas que Rajoy considera que necesita el país.

En el arranque de campaña -en el que le acompañó la presidenta de la Comunidad de Madrid y de la gestora del PP madrileño, Cristina Cifuentes- Rajoy insistió en una idea que también reiteraron, a lo largo del día, otros dirigentes populares: estará en manos del PSOE decidir si el próximo gobierno de España se hace con el PP o con Podemos. «Deberá elegir entre hacer presidente a Pablo Iglesias o dejar que gobierne la lista más votada», la del PP, resumió Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación popular.