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Presidentes para morder

Aznar y Rajoy, dos presidentes del PP separados ayer por kilómetros de distancia, y también por rencores latentes no superados, aparcaron su ego para impulsar a Casado

Aznar y Rajoy, en una imagen de archivo ABC
Manuel Marín

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El hostigamiento virulento al PP, ese «jarabe democrático» si es contra la derecha y ese «acoso inmoral» si es contra la izquierda, le ha vuelto a situar en el mapa en Cataluña, donde se ha pronosticado su práctica desaparición. Y no por victimismo.

El acoso ... separatista de la ultraizquierda universitaria a Cayetana Álvarez de Toledo y los desprecios recurrentes a José María Aznar son oxígeno para el PP porque de facto se le sigue identificando como el enemigo nacional a batir por encima de Ciudadanos y Vox. Es probable que en dos tardes, Aznar y Álvarez de Toledo hayan ganado votos en esa Cataluña extraña que no está sentada en el banquillo de los acusados, pero que certifica la violencia social y política que se niega en el Supremo.

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