La postura de los cuatro grandes partidos ante los pactos postelectorales

Saben, no obstante, que cuanto más buenos sean sus resultados, menos argumentos tendrán los otros partidos para saltarse la norma no escrita que exige que gobierne el partido más votado. Una norma que se han saltado en numerosos ayuntamientos en las últimas elecciones municipales, pero que nunca se ha saltado en el caso del Gobierno de la nación.

Hay algo, no obstante, que sí preocupa a los populares : que sus fieles se relajen ante las buenas perspectivas. Eso, la desmovilización, sería letal, recuerdan, ya que sigue existiendo una enorme volatilidad del voto.

Tras el mazazo que le ha supuesto conocer que el sondeo del CIS deja al PSOE en 77-89 diputados, muy lejos de los 110 de Rubalcaba , Pedro Sánchez reconoce que «hay continuidad si Rajoy saca un voto más». De esta forma da por hecho que en ese escenario al PP le será fácil lograr los 176 diputados de mayoría absoluta solo con Ciudadanos. Es su forma de reconocer como bastante improbable un escenario de gobierno de «todos contra el PP»; lo cual no significa en la estrategia de Ferraz que, si el PSOE gana por la mínima y necesita un «tripartito» con Albert Rivera y Pablo Iglesias para llegar a 176, vaya a renunciar a gobernar. De hecho, la advertencia de Sánchez ayer fue clara: con un voto más que Rajoy hablará con todos y les ofrecerá un «programa común» de gobierno «se llame Ciudadanos, Podemos, IU o PNV, se llame como se llame».

Eso sí, tuvo especial cuidado de no meter en el mismo saco a las formaciones soberanistas catalanas ERC y Democracia y Libertad (antigua Convergencia) porque están en un proyecto que busca romper la soberanía nacional.

Las opciones de que Alber Rivera trate de formar Gobierno son esencialmente dos: o ganar las elecciones o ser segunda fuerza política . En este segundo escenario sí reconocen que tratarían de forjar una mayoría alternativa. Aunque en ese proceder siempre destacan que otorgarán la prioridad a la hora de iniciar la negociación a la fuerza más votada.

Si Rivera logra superar al PSOE y se coloca como alternativa al PP, como apuntan varias encuestas privadas y en clara sintonía con la tendencia ofrecida por el CIS, intentará formar una mayoría alternativa. Reconocen que, si son terceros, esa opción estaría prácticamente descartada.

El líder de Ciudadanos siempre ha sido contundente a la hora de asegurar que la fuerza más votada no debe gobernar necesariamente, sino que debe hacerlo quién sea capaz de armar una mayoría parlamentaria, más en un escenario, argumenta, en el que la distancia entre el primero y el tercero no será exagerada . En cualquier caso, no es partidario de gobiernos de más de un partido-sí algún independiente- sino de fórmulas de apoyo parlamentario, como él hace en varias autonomías.

Con la cantidad de posibilidades que se contemplan para el día después de los comicios, Podemos asume que negociar será inevitable, y el partido solo ha establecido dos líneas rojas : ni investir a un presidente del PP ni entrar en un gobierno del PSOE si el partido de Pedro Sánchez queda por encima. Es el mismo esquema que se repitió en los Parlamentos autonómicos. «Lo demás es estudiable», en palabras del líder en Aragón, Pablo Echenique. Pab lo Iglesias pondrá por delante el «programa, programa, programa» que popularizó Julio Anguita y asegura que será momento de hablar de medidas concretas para «entendernos con unos o con otros» y facilitar así investiduras . Sobra decir que la de Mariano Rajoy está descartada. Con Albert Rivera o Pedro Sánchez el escenario es más difuso. Eso sí, Podemos sigue convencido de que solo si ellos quedan por encima podrán contar con un apoyo por parte de los socialistas que, de ser alrevés, ellos no les brindarían. «El PSOE ha demostrado que solo gira cuando Podemos les obliga», sostienen.