El Gobierno resta importancia al frenazo del PSOE en las encuestas: «Expresan un estado de ánimo»
Fernando Grande-Marlaska y María Jesús Montero exigen de nuevo a Quim Torra una condena de la violencia «sin equidistancias» y que apoye a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado
La ola de violencia que se desató en Cataluña la semana pasada como respuesta del independentismo a la sentencia del «procés» ha frenado al PSOE en las encuestas. En la última que publicó ayer ABC/GAD3 los socialistas no suben ni un solo escaño respecto a su resultado del 28 de abril y, lo que es más preocupante para ellos, ven cómo el PP por primera vez desde entonces rebasa la barrera de los cien diputados.
Aun así, la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero , ha restado importancia esta mañana a los últimos sondeos. Los socialistas, que se veían antes de la convocatoria oficial de las nuevas elecciones en 137 diputados y con una tendencia al alza, rechazaron formar gobierno con su «socio preferente» y, también, explorar una vía alternativa ofrecida «in extremis» por un Ciudadanos (Cs) que está en caída libre.
El PSOE se las prometía felices, pero la crisis abierta en Cataluña y la inacción del Gobierno ha cortado por lo sano el optimismo generalizado en el partido de cara al 10-N . No así en la ministra de Hacienda, que continúa convencida de la victoria electoral de su partido.
«Las elecciones las va a ganar el PSOE, que es el partido que ha mantenido la coherencia, la firmeza y la estabilidad en el país», ha sentenciado Montero a su llegada a la Diputación Permanente del Congreso de los Diputados , que hoy aprueba la actualización de las entregas a cuenta a las comunidades autónomas. Esas que, antes de haber comicios a la vista, el Gobierno sostenía que no se podían poner al día en funciones.
Según entiende la ministra Montero, el parón del PSOE en las encuestas responde a «un estado de ánimo» y no a «una tendencia de voto». «Las encuestas son en este momento volátiles. La situación de tensión que se vive en Cataluña irradia al resto de España », ha admitido Montero, aunque ha añadido que «la posición de la oposición» a medio plazo hará que los votantes se decanten por su formación. «En vez de estar al lado del Gobierno, la oposición se ha echado al monte —ha dicho—. Eso es una nota diferencial de lo que hacía el PSOE cuando estaba en la oposición».
La llegada de la «calma»
Pero para que cale este mensaje del PSOE, el Gobierno necesita que los dos días de tregua que han dado los más radicales del separatismo se cronifiquen en el tiempo. Por eso, insiste estos días el Ejecutivo en funciones en reclamar al jefe del Govern, Quim Torra , una condena rotunda de la violencia.
«Queremos exigirle al "president" Torra que tome una decisión: ser un activista o ser el "president" de todos los catalanes . Para ello tiene que condenar con firmeza la violencia, ponerse al lado de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y hablar con el resto de fuerzas políticas presentes en el Parlament», ha expresado la ministra, antes de repetir el mensaje lanzado vía carta por el presidente en funciones, Pedro Sánchez : «Primero ley y después diálogo».
El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska , también ha abordado el conflicto soberanista. Lo ha hecho tanto en los pasillos del Congreso como en su intervención inicial en la Diputación Permanente, en la que ha arrancado aplausos al reconocer el trabajo de la Policía Nacional y de los Mossos d'Esquadra .
«Esperemos que la calma se mantenga en la ciudad de Barcelona y en toda Cataluña», ha deseado, y ha sacado pecho de las «medidas de prevención» tomadas para la coordinación entre los mossos y los policías desplegados en la comunidad autónoma. Unas medidas que no han evitado que acabasen heridos unos trescientos agentes de ambos cuerpos.
Como su compañera de Gabinete, Grande-Marlaska ha exigido a Torra una condena de la violencia «absoluta, sin matices, expresiva y evitando equidistancias» entre los radicales y el legítimo uso de la fuerza de los cuerpos policiales. Además, ha instado al «president» a «algo muy claro»: apoyar a los Mossos d'Esquadra, a la Policía Nacional y a la Guardia Civil , «que son de todos y son los que garantizan la seguridad pública».
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