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España quiere que gobierne Rajoy

Podemos-IU no logra el «sorpasso», pese a que Sánchez vuelve a empeorar el suelo del PSOE en cinco diputados

El apoyo de C’s, que cede ocho escaños, dejaría a Rajoy a siete de la mayoría absoluta. Rivera se ofrece a dialogar

El PP gana catorce escaños y cuatro puntos de voto frente al castigo a los tres partidos que bloquearon la investidura

Mayte Alcaraz

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España decidió ayer ponerse a cubierto y reforzar las dos opciones políticas que, pese a la sangría en votos que ambos ya habían sufrido hace seis meses respecto a 2011, ofrecen garantías de estabilidad a los ciudadanos: PP y PSOE. Las fuerzas del bipartidismo, con dos enemigos políticos declarados como Mariano Rajoy y Pedro Sánchez a la cabeza, recogieron las nueces del miedo al precipicio en que situó a España la expectativa de que el populismo de Podemos gobernara, con el escalofrío del Brexit todavía en la espina dorsal de los electores europeos y, desde luego, españoles. Y entre los dos líderes del bipartidismo (que sumó 4,3 puntos más que en diciembre pasado), Mariano Rajoy se convirtió en el vencedor de la noche, revalidando la primera posición, pero con un inesperado repunte en votos hasta llegar a los 137 escaños, 14 más que hace medio año . Su partido, además, ganó en todas las Comunidades autónomas, excepto en Cataluña y el País Vasco, lo que afianza el liderazgo del presidente en funciones , puesto hasta ayer en tela de juicio por los otros tres candidatos.

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En manos de Rivera

Uno de los adversarios más beligerantes con Rajoy durante la campaña fue Albert Rivera , cuyo partido sufrió ayer el mayor batacazo de la jornada, dejándose en el camino ocho diputados . En las manos de Ciudadanos, que ha perdido la batalla del voto útil frente a Génova, estará a partir de hoy sumar esos escaños al PP, lo que llevaría a esta alianza a contar con 169 votos en una hipotética investidura del actual presidente en funciones, guarismo que podría llegar a 170 si se añadiera también el escaño que obtuvo Coalición Canaria. Ese acuerdo dejaría a Rajoy a seis actas de la mayoría absoluta, situada en 176 escaños. Ayer, el jefe del Gobierno en funciones dijo, desde el balcón de Génova, que «sabría estar a la altura» .

La clave estará en saber si un Rivera más debilitado mantendrá el veto al líder popular, reforzado por el buen resultado cosechado ayer, que premia, a juicio de su partido, su estrategia de declinar someterse a la investidura durante la fallida XI legislatura y castiga a los tres partidos que bloquearon su Gobierno . Nadie dudaba ayer de que ahora sí aceptará la propuesta del Rey: en el partido se tiene en cuenta que en 1996 José María Aznar gobernó con tan solo 156 parlamentarios, con los apoyos puntuales de distintos partidos, entonces nacionalistas. No obstante, la clave estará en la decisión que tomen los socialistas que, de abstenerse, darían el salvoconducto a Rajoy para que gobernara, incluso en solitario. Sin embargo, esta opción parece difícil toda vez que en la corta legislatura anterior las relaciones entre ambos líderes fue imposible de reconducir. El otro bloque, el que sumarían por la izquierda PSOE y Unidos Podemos, tan solo llegaría, en el mejor de los casos, a 156 actas, insuficientes para acercarse a la mayoría absoluta a la que sí se aproximaría un Gobierno PP-Ciudadanos . Además, el propio secretario socialista ha negado durante la campaña no solo un pacto con el PP sino también con los populistas .

Iglesias, cuestionado

La consolidación de las dos fuerzas que se han alternado en el Gobierno de España desde 1982, a las que la «nueva política» había dado por amortizadas abre, por contra, un escenario en el que a modo de bumerán los electores enmiendan la plana a las encuestas y a las expectativas de los partidos emergentes: Ciudadanos y Podemos, esta última casada tácticamente con Izquierda Unida con la intención de rentabilizar sus votos penalizados por la Ley d’Hondt.

Esa alianza coyuntural no ha conseguido su propósito y tan solo se ha limitado a calcar el resultado (69+2) que tuvieron, por separado, Podemos e IU hace medio año. «Estos no son unos buenos resultados ni los que esperábamos», reconoció ayer Íñigo Errejón, uno de los líderes más críticos con el acercamiento a la fuerza comunista, lo que anticipa una crisis de liderazgo dentro del partido que dirige Pablo Iglesias , que ayer declaró que «era el momento de reflexionar». Sobre todo teniendo en cuenta que la amalgama de distintas fuerzas que componen esa marca lo era para llegar a La Moncloa.

Los malos resultados podrían dinamitar esos pactos estratégicos con las Mareas y Compromís. Tal fue el batacazo de la fuerza morada que ni siquiera su fichaje estrella, el general José Julio Rodríguez , consiguió escaño en Almería, donde había sido colocado encabezando la lista con la esperanza de que, ahora sí, obtuviera asiento en el Congreso de los Diputados.

El segundo partido español tomó ayer algo de oxígeno gracias a las fúnebres expectativas que las encuestas le deparaban, con la amenaza del sorpasso de Podemos. Aunque el PSOE ha perdido cinco escaños respecto a la anterior legislatura, su líder tenía trazada la frontera entre el fracaso y el éxito en evitar que Podemos le arrebatara la hegemonía de la izquierda. El PSOE tiene en su mano mirar a su derecha y dar el Gobierno al PP o dirigir la mirada hacia su izquierda y pactar con el partido de Pablo Iglesias, con la dificultad añadida de necesitar a los soberanistas.

Varapalo a Susana Díaz

Con 85 escaños, 25 menos de los que consiguió Pérez Rubalcaba en 2011, el jefe de Ferraz creyó ayer haber superado la reválida . Su futuro político pendía de un hilo y declaró que había superado la difícil prueba . Los peor pensados en la sede socialista analizaban también que el «sorpasso» que sí se produjo en Andalucía , donde el PP ganó a la fuerza que dirige Susana Díaz , se convertía indirectamente en un triunfo suyo y en un varapalo a su principal contrincante para hacerse con el mando en Ferraz.

Un escaño más en Barcelona

Donde sí ganó Unidos Podemos fue en el País Vasco , consiguiendo sobrepasar al PNV gracias al voto en Vizcaya. En Cataluña , el partido de Ada Colau también obtuvo un buen resultado, arañando votos al nacionalismo, que se estanca: tanto Convergència como ERC repitieron los mismos escaños que hace seis meses. El PP logró superar a Ciudadanos en Cataluña, lo que demuestra que el escándalo de las grabaciones en el despacho del ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz (número uno en Barcelona por el PP), no ha perjudicado a los populares. Incluso han conseguido un escaño más .

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