El 15-M, de las calles a ser clave para formar Gobierno

Los partidos del 15-M, eso sí, quedan por detrás del PSOE . No ha habido remontada, ni siquiera en porcentaje de votos, como anticipaban las encuestas a pie de urna. Pedro Sánchez ha mantenido a los socialistas en estas elecciones generales en segundo lugar con el 22,06 por ciento (al 95,75 por ciento escrutado). Podemos se conforma con un 20,61 por ciento. La suma con IU da un 24,92 por ciento: habría sido la segunda fuerza política.

Los resultados de las elecciones, por tanto, dejan a Pablo Iglesias , autodenominado «hijo» del movimiento 15-M, como el único que ha sabido recoger el guante de las reivindicaciones de las manifestaciones: poner las instituciones al servicio de la gente y una oposición total a la política de austeridad marcada por Bruselas y que ha seguido Mariano Rajoy durante sus cuatro años de legislatura.

Iglesias, que ha abarrotado cada uno de los mítines que ha ofrecido durante las dos semanas que ha durado la campaña del 20-D, ha dicho en la noche electoral que este es un día histórico para España, el comienzo de una «nueva era» . «Somos la única fuerza política de ámbito estatal capaz de liderar la pluralidad constitutiva», ha dicho.

En su primera alocución tras finalizar el escrutinio, el líder de Podemos ha mencionado el blindaje constitucional de los derechos sociales y una reforma del sistema electoral como condiciones indispensables para apoyar la investidura.

En su enumeración, Iglesias no ha definido como «irrenunciable» el reconocimiento del derecho a decidir en la Constitución y la celebración de un referéndum catalán, aunque sí ha defendido que para Podemos «Cataluña es una nación, que tiene que tener un encaje constitucional distinto». «Somos favorables a que se celebre un referéndum», ha dicho.

El discurso de Podemos desde que diera la sorpresa en las elecciones europeas, no obstante, se ha suavizado por «responsabilidad de Estado», como ha insistido Iglesias. Un intento de conseguir apoyos de aquellos españoles que recelaban del programa radical que la formación morada presentó en el programa de las europeas.

IU se ha agarrado a este cambio de discurso para hacer valer la candidatura de Garzón, que se ha erigido como el único candidato de la «izquierda real» . Un discurso insuficiente, pues ha perdido 9 escaños respecto a 2011. En su primera intervención tras el recuento, Garzón ha subrayado la «coherencia política» de IU durante la campaña. El 15-M, en su camino al Congreso, se ha desprendido de promesas que soñaron los que abarrotaron la Puerta del Sol.