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Rajoy, Sánchez, Iglesias y Rivera

Los errores y los aciertos de los candidatos en la campaña del 26-J

El PP ha afianzado su primera posición en los sondeos durante la campaña; Unidos Podemos, su condición de alternativa

1

Mariano Rajoy

El candidato del PP a la presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy , ha corregido los errores que cometió en la campaña de las elecciones del 20 de diciembre. Si entonces se criticó al presidente en funciones su ausencia en el debate a cuatro con el resto de candidatos, en esta ocasión optó por no delegar en la vicepresidenta Sáenz de Santamaría . Y con buenos resultados, pues su papel fue bien valorado por los comentaristas políticos.

Otra diferencia respecto al 20-D es la clara apelación de Rajoy al voto útil . Ha arrinconado al PSOE, señalando a Podemos como su rival político, y ha reclamado no tirar el voto en formaciones que no conseguirán representación parlamentaria en algunas circunscripciones, en referencia a Ciudadanos.

El mensaje de Rajoy ha sido simple: el voto al PP significa continuar en la senda de las reformas; elegir a Podemos sería «catastrófico» para la economía española. Rajoy no ha cambiado un ápice su discurso desde la campaña del 20-D.

Entre los errores de la campaña del PP está la noticia sobre una reunión hace dos años del ministro en funciones, Jorge Fernández Díaz , con el director de la Oficina Antifraude de Cataluña. En el audio difundido a 5 días de las elecciones, ambos cargos dialogan sobre la posibilidad de filtrar a la prensa casos de corrupción de líderes independentistas. El PP perdió la iniciativa ante el resto de candidatos, que pidieron la dimisión del ministro y centraron sus discursos en este escándalo.

Durante las dos semanas de campaña, Rajoy ha obviado en todo momento la corrupción, ni siquiera ha hecho bandera de sus medidas para acabar con las actuaciones ilegales, como hace cuando le preguntan por ello en las entrevistas que concede a los medios de comunicación.

2

Pedro Sánchez

La unidad durante toda la campaña electoral de todos los barones del PSOE , incluida Susana Díaz , es una de los pocos aspectos positivos de un Pedro Sánchez que siempre ha ido a remolque. A remolque de Mariano Rajoy , que se negó a debatir cara a cara con él en televisión y señaló a Podemos como su rival en los comicios. A remolque de Podemos, que con sus apelaciones a la socialdemocracia y al «sorpasso» ha marcado el discurso de los socialistas todos los días. Y a remolque de Ciudadanos, mucho más hábil a la hora de explotar el pacto de gobierno alcanzado tras el 20-D .

Errático en la primera semana de campaña, todos los ojos estaban puestos en el papel de Sánchez en el debate a cuatro con Rajoy, Iglesias y Rivera. Era su gran oportunidad de darle la vuelta a su campaña, con los sondeos dando a Podemos en segunda posición , pero fue el candidato peor valorado.

A Sánchez le ha pesado también su indefinición sobre con quién pactará después del 26-J. El líder socialista ha asegurado que no apoyará a Rajoy y tampoco hará presidente a Iglesias. Y al mismo tiempo garantiza que no habrá terceras elecciones. Si las urnas confirman la distribución de escaños de las encuestas y Sánchez hace lo que dice, habrá otras elecciones.

3

Pablo Iglesias

Antes de la unión de Podemos con IU para las elecciones del 26-J, el partido liderado por Pablo Iglesias estaba en tercera posición, y cada vez más bajo en las encuestas. La coalición de Unidos Podemos no solo evitó la caída en votos, sino que catapultó a Iglesias y Garzón a la segunda posición en los sondeos.

Son muchos los aciertos de la campaña de Unidos Podemos. Podemos e IU capitalizaron de tal manera su pacto que tomaron la iniciativa política. Han tenido la habilidad de presentar las elecciones como un duelo entre Unidos Podemos y PP, dejando de lado al PSOE. Y con sus apelaciones al proyecto socialdemócrata —que no comunista— han dirigido el discurso de Sánchez.

Desde el punto de vista del marketing político , Podemos innovó con un programa electoral al estilo del catálogo de Ikea que consiguió 160.000 descargas y 16.000 ejemplares vendidos . Consiguieron el objetivo de hacer el «programa más leído de la democracia». Y de que se hablara más del continente que del contenido.

No obstante, Iglesias no ha conseguido explicar bien por qué ha pasado en tan poco tiempo de declarse comunista a reivindicar la socialdemocracia, el espacio ideológico que ocupa el PSOE, ni ha sido claro con su postura sobre Cataluña: tan pronto decía que la consulta independentista era irrenunciable como se mostraba favorable a negociar.

4

Albert Rivera

Entre Ciudadanos y PSOE, el que más tajada ha sacado del acuerdo alcanzado después del 20-D es el partido que preside Albert Rivera . El candidato centrista al 26-J ha hecho de su disposición a negociar con fuerzas políticas a su derecha y a su izquierda el centro de la campaña. Y, a diferencia de Pedro Sánchez , a Rivera le ha servido para mantenerse en porcentajes de voto similares a diciembre, según las encuestas.

Esta estrategia ha sido el gran acierto de Ciudadanos, además del viaje de su candidato a Venezuela pocos días antes de que empezara la campaña. Con su reunión con los opositores al régimen chavista, Rivera consiguió que durante unos días la crisis de Venezuela dominara el debate político.

Puso así a Podemos a la contra, cuya incomodidad con las apelaciones a su relación con Chávez es más que evidente. Rivera llegó a utilizar la cuestión de Venezuela en el debate televisado entre los cuatro candidatos, donde atacó con dureza a Iglesias, pero también a Rajoy.

No obstante, la repetición electoral ha desgastado el mensaje de Ciudadanos. Antes del 20-D aseguró que no pactaría con PP ni con PSOE, y al final terminó haciéndolo con Sánchez. Ahora, cuando dice que no quiere a Rajoy como presidente, muchos lo ponen en duda. Rivera reconoce que su palabra ha perdido valor.

Además, mientras otros partido han tenido la habilidad de jugar con vídeos ingeniosos, Ciudadanos solo consiguió mover con éxito un anuncio de una factura de peor calidad. Otro punto negativo es que mientras Unidos Podemos y PSOE han presentado nuevas caras en sus listas, Ciudadanos solo ha podido recurrir al presentador Agustín Bravo y al cómico Felisuco , desaparecidos durante la campaña.

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