Elecciones gallegas

Los sondeos auguran la mayoría absoluta del PP con un empate entre PSOE y BNG

Feijóo quiere alejar la campaña de la crispación de la política nacional

Casado y Feijóo en el primer acto de precampaña tras el coronavirus XOÁN REY/EFE

La convicción en el PP gallego es que, si la campaña transcurre sin sobresaltos y con un perfil moderado, Alberto Núñez Feijóo podría revalidar su mayoría absoluta y disfrutar de un cuarto mandato al frente de la Xunta . Los populares se fían a ... una demoscopia que, de manera unánime, habla de una victoria más que suficiente del actual presidente gallego, más clara ahora tras la pandemia que antes de la misma. La gestión de la crisis sanitaria habría mejorado las expectativas de Feijóo . Pero campañas como la que empieza el viernes las carga el demonio, y distan de ser un paseo militar.

Para empezar porque sobre la nueva normalidad se cierne la amenaza de posibles rebrotes del Covid-19, una realidad que podría tener efectos directos sobre la participación en los comicios del 12 de julio. Ya se da por hecho que no se alcanzará el 64% de las anteriores autonómicas . Algunos sondeos hablan de un 60% (GAD3), pero una nueva alerta sanitaria podría inocular miedo en la población de riesgo, la de mayor edad y que habitualmente se decanta por el PP, con lo que los resultados podrían ser imprevisibles. La izquierda lo sabe, y no desaprovecha la ocasión para alimentar el discurso del miedo. Paradójicamente, el electorado de más edad es el que más confía en que votar será seguro .

La mayoría absoluta de Núñez Feijóo no está exclusivamente en el votante que se declara de centro-derecha o derecha. Con eso ya no le llega. Son los votantes urbanos de centro-izquierda los que pueden apuntalar su triunfo , y a ellos se dirige con un discurso moderado y exhibiendo no solo gestión, sino rechazo abierto a cualquier entendimiento con Vox, otro de los eslóganes que agita la oposición para negarle su centralidad.

Este mensaje de amplio espectro, de gobierno monocolor frente a experimentos multipartitos, es el que también está aupando en las encuestas a Feijóo por encima de los cuarenta escaños, dos más de los que marca la mayoría absoluta. Al PP le preocupa que las fanfarrias demoscópicas dejen a los suyos en casa , a los que ya no podrá movilizar a través de sus grandes actos masivos. Ya no podrá haber plazas de toros con miles de simpatizantes, ni tampoco los tradicionales paseos de su candidato entregando propaganda. Está por ver el peso que tenga el único debate previsto, a siete y televisado por los medios públicos.

Una campaña sin ruido

Para mantener amarrado a ese electorado más moderado, el PP quiere alejar la campaña de la crispación que marca la política nacional. Sin ruido, sin extremismos, sin desembarcos de líderes — descontada Cayetana Alvarez de Toledo, es dudoso incluso Teodoro García Egea — salvo Pablo Casado y Mariano Rajoy, pero siempre con la agenda gallega y evitando distorsiones. Perfil bajo. En el polo opuesto, la izquierda es consciente de que necesita la movilización masiva de sus afines. Eso explicaría el tono duro y en ocasiones bronco de los socialistas gallegos en esta preampaña. Su candidato, Gonzalo Caballero, empieza a verse en una tesitura muy delicada con encuestas que, lejos de acercarle, le alejan cada vez más de la Xunta.

La puntilla se la ha dado esta semana el CIS, cuando ha situado a PSdeG y BNG en un empate técnico . Hasta ahora la segunda posición de los socialistas se daba por segura, principalmente porque los nacionalistas tienen una posición de partida muy atrasada tras salvar los muebles in extremis en 2016. Caballero no solo se juega la primacía en la izquierda, sino puede que incluso su continuidad al frente del PSdeG. Hay tensión interna.

El CIS de Tezanos, que incluso sin cocina sitúa al PP veinte punto por delante de los socialistas, revela también que un 53% del electorado prefiere a Feijóo de presidente, el político más valorado de Galicia con un 6,1, frente a un Caballero que suspende por poco (4,9) y la nacionalista Ana Pontón que aprueba raspado (5). El barómetro del CIS no incluía proyección de escaños.

Quizás para evitar una debacle sin precedentes, tanto PSOE como Galicia en Común (la confluencia de Podemos, Izquierda Unida y la minoría nacionalista Anova) han programado un desembarco masivo de miembros del Gobierno de España durante esta campaña . Pedro Sánchez y Pablo Iglesias han confirmado su asistencia, así como otros cargos del Ejecutivo. Como munición electoral, el Ingreso Mínimo Vital (que en Galicia podría beneficiar a unas 40.000 personas) y la lluvia de millones de los fondos prometidos a las Comunidades Autónomas.

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