Sánchez pide no tener miedo a los brotes el mismo día que se confina a una comarca de Lérida

«Es cierto que no tenemos que bajar la guardia, estamos viendo rebrotes», ha concedido Sánchez, pero ha insistido en el mismo discurso optimista: «Si algo demuestra lo que hemos hecho durante estas últimas semanas entre todos, entre todas las instituciones, es que hoy los servicios de atención primaria están mejor dotados para poder detectar precozmente cualquier tipo de rebrote que haya, en Galicia y en el conjunto del país».

En la misma línea, ha afirmado que «hemos doblegado la curva, hemos mantenido a raya al virus y hoy tenemos bajo control la pandemia ». «Eso ha sido gracias al esfuerzo titánico de los trabajadores sanitarios, del sector público y del sector privado», ha abundado. «El esfuerzo que ha hecho el conjunto de la sociedad gallega y española ha sido titánico», ha insistido. Sin embargo, entiende que «somos una sociedad, somos un país que en algunas ocasiones nos cuesta reconocer el esfuerzo que hacemos, los frutos de ese esfuerzo que hacemos. Lo estamos viendo hoy».

Más allá de esta mención a la situación epidemiológica por el Covid-19, la segunda incursión de Sánchez en la campaña de las elecciones autonómicas de Galicia del 12-J ha supuesto, ante todo, una nueva andanada de ataques al Partido Popular, del que ha asegurado, refiriéndose al balance de la comisión de reconstrucción en el Congreso, que no poseen «ninguna» voluntad de «arrimar el hombro», lo que le ha dado pie a asegurar que « un partido que se autoexcluye de los acuerdos de Estado, deja de ser un partido de Estado », tanto en España como en Galicia.

En un polideportivo coruñés, ante unas 300 personas (el aforo máximo permitido en actos en espacios cerrados) según fuentes socialistas, el secretario general socialista ha vuelto a demandar al PP que dé su apoyo al Gobierno en las negociaciones del fondo de recuperación en Bruselas; apuntando que con « la posición del PP, si triunfa en Europa, España pierde ». «Que deje a un lado sus intereses partidistas y eche una mano a España» en un «momento crucial», «apoyando al Gobierno», ha reclamado Sánchez en su segunda incursión en la campaña de las elecciones gallegas, tras estrenarse hace una semana en Orense.

Sánchez ha indicado a los populares, a modo de «advertencia», que « la sociedad camina en la dirección de la unidad y la derecha camina en el sentido contrario », en un discurso trufado de reproches a los Gobiernos autonómicos liderados por el PP, incluida la Xunta y Alberto Núñez Feijóo.

Ha asegurado Sánchez que siempre fueron «conscientes de cuál era el papel que tenía que jugar el Ministerio de Sanidad y el Gobierno de España en la pandemia: ayudar y complementar el trabajo que estaban haciendo los Gobiernos autonómicos», interpretando de esta forma cuál fue el rol del mando único, que suscitó abundantes críticas desde las autonomías, Galicia incluida. «Por eso era tan importante que tuviéramos coordinación y colaboración institucional (...). Del Gobierno de España no se habrá escuchado ninguna crítica a los Gobiernos autonómicos del PP», ha afirmado, a diferencia de la «confrontación» que ha atribuido a los Ejecutivos populares. «Esa es también la diferencia entre unos y otros». Aquí ha vuelto a insistir en que el PP trató de «derribar» al Gobierno aprovechando la pandemia.

«Algunas veces nos hemos tenido que morder la lengua con las cosas que nos han dicho y no han hecho los Gobiernos del PP», ha dejado caer el líder socialista, quien ha presumido de que la «actitud» del Gobierno ha consistido en « trabajar, remar y arrimar el hombro, gobernara quien gobernara ». Con su candidato, Gonzalo Caballero, escuchando atento, ha elogiado su «absoluta lealtad y ninguna crítica a la Xunta». «Ojalá, Gonzalo, hubiese tenido yo» por parte de la oposición «la mitad de lealtad que demostraste al actual presidente de la Xunta».

Ha sido el de esta segunda incursión en la campaña gallega un Sánchez que ha lanzado más mensajes en clave autonómica. Con la situación de la aluminera Alcoa y más de mil empleados como uno de los argumentos centrales -Feijóo ha reclamado que haya una intervención si es la única forma de que la compañía se marche de A Mariña lucense-, Sánchez ha pedido a la Xunta «que no utilice Alcoa como instrumento electoral»; y ha asegurado que «el Gobierno de España y el Ministerio de Industria están trabajando codo con codo con las instituciones para garantizar la solvencia y el futuro de Alcoa en Galicia y Asturias». Los trabajadores de otra empresa en riesgo, Alu Ibérica (antigua Alcoa en La Coruña) se han concentrado en el exterior, demandando una «solución», y han conseguido hacer llegar una carta a Sánchez.

Ha habido en esta ocasión varias alusiones, a diferencia del mitin orensano, a Feijóo, al que se ha referido en todo momento como el «actual» presidente de la Xunta y al que ha acusado de estar «disimulando» tanto la presencia de Pablo Casado, líder del PP, en campaña, con actos por separado, para que los gallegos « no se den cuenta de que pertenecen al mismo partido », y a base de «quitar el logotipo» de su cartelería, «no vaya a ser que se den cuenta de que llevamos gobernando más de 30 años en Galicia», sin otro saldo que «desmantelar el Estado del Bienestar».

Sánchez, que ha llegado a comentar que en el PP están « un poco avergonzados de gestión que han hecho en la oposición », ha rebatido que en su partido se presentan «como somos, con el logo detrás y diciendo que nadie se va a quedar atrás», expresión que ha vuelto a usar para confrontar con el «sálvese quien pueda» que atribuye a la gestión del PP en épocas de crisis. Otro recado a Feijóo: afirmar que el Gobierno se ha «desentendido» de las residencias de mayores, cuando el Ejército ha llevado a cabo casi 6.000 operaciones de apoyo.

En lo más estrictamente electoral, ha asegurado que hay una «respuesta bien sencilla» al hecho de que el PP haya gobernado históricamente en Galicia: «Se llama participación» . De ahí que haya llamado a los «gallegos progresistas» a que se movilicen como hicieron durante las convocatorias (nacionales y municipal) de 2019. Si sucede, «Gonzalo Caballero será el próximo presidente de la Xunta», ha proclamado.

El candidato socialista a la Xunta también ha apelado a la movilización de la «mayoría social de progreso» con la que constantemente ha querido leer los resultados de las convocatorias electorales de 2019. Con las encuestas ubicándole en un segundo puesto muy lejano del PP, Gonzalo Caballero ha apelado a «los que votasteis al PSOE» el año pasado : «El 12 de julio hay que ir a las urnas», ha pedido.

En su discurso, eminentemente ataques a Feijóo, de quien ha dicho que «ni está ni se le espera ni tiene ningún compromiso industrial», ni capacidad ni voluntad para resolver los «problemas industriales», señaladamente el de Alcoa, que padece Galicia. «Es el Gobierno de España quien cree en la política industrial (...) y sigue comprometido con los trabajadores», se ha alineado con Sánchez. Feijóo, en cambio, « miente, miente, miente porque recorta, recorta, recorta » como única base de su Gobierno, ha añadido.

«Este partido claro que puede», ha arengado Caballero. « La semana que viene Feijóo se va a despedir del Gobierno de la Xunta . Vamos a abrir una etapa de progreso», ha pregonado, gracias a la «fuerza del cambio» que lleva como lema de campaña.

Previamente, la alcaldesa de La Coruña, Inés Rey, ha celebrado la « suerte de contar con un Gobierno responsable » en la gestión de la crisis del coronavirus, así como ministros y ayuntamientos gobernados por socialistas que evitaron que el «edificio» común se viniera abajo. «Feijóo no estaba, estaba en la tele», ha acusado Rey.