Suscribete a
ABC Premium

Lo que Puigdemont no sabe

Que el expresident sea una rata no significa que el Estado sea un gato

Carles Puigdemont, la pasada semana en un bar de Bruselas REUTERS
Salvador Sostres

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Puigdemont está tan pendiente de sí mismo y de su juego del gato y el ratón con el Estado que hay varias cosas de las que todavía no se ha percatado y son las que precisamente van a finiquitarle.

La primera es que él sea ... una rata no significa que el Estado sea un gato. El Estado no es un gato: es una maquinaria, a veces siniestra, pero siempre inapelable, que va a aplastarle. A él y a cualquiera que ose desafiarle, como así tiene que ser. A fin de cuentas, es la fe lo que nos salva, pero es el temor de Dios lo que nos mantiene atentos y firmes.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia