La Mesa del Parlamento de Andalucía, mucho más que sillones para el futuro gobierno de PP y Ciudadanos

No es ninguna exageración decir que la salida de Susana Díaz de la Junta de Andalucía depende en buena medida de cómo se repartan las cinco fuerzas con representación (PSOE, PP, Ciudadanos, Adelante Andalucía y Vox) los siete puestos que componen la Mesa del Parlamento que hoy se vota en la sesión constitutiva de la nueva Cámara salida de las urnas. El órgano que gobierna el Parlamento no sólo organiza el trabajo, puede bloquear iniciativas, facilitar o poner palos en las ruedas del cambio y marcar los tiempos.

El presidente del Parlamento es un árbitro decisivo en el periodo de interinidad que se abre entre el inicio de la legislatura y la elección del Gobierno . Según el Reglamento del Parlamento, es el encargado de proponer al candidato a presidir la Junta de Andalucía.

De ahí que PP y Ciudadanos hayan pactado que la presidencia de la Cámara recaiga en el partido naranja. Si el control estuviera en las manos de un diputado socialista, sus planes de gobernar en coalición podrían verse frustrados. Susana Díaz ya ha planteado que quiere presentarse pese a no tener apoyos, una votación que podría repetirse sin éxito hasta forzar la convocatoria de nuevos comicios con una correlación de fuerzas distinta.

El artículo 118 del Estatuto de Autonomía de Andalucía deja poco margen a la interpretación: «Caso de no conseguirse dicha mayoría [en las sucesivas votaciones], se tramitarán sucesivas propuestas en la forma prevista anteriormente. Si, transcurrido el plazo de dos meses a partir de la primera votación, ningún candidato hubiera obtenido la mayoría simple, el Parlamento quedará automáticamente disuelto y el presidente de la Junta en funciones convocará nuevas elecciones ».

No sólo están en juego siete sillones, el control de la Mesa del Parlamento, bajo un presidente de Ciudadanos, es el primer escalón que deben subir para que Juanma Moreno ascienda al Palacio de San Telmo (Presidencia autonómica), de la mano de de Juan Marín (Cs) y Francisco Serrano , el juez que lideró la candidatura de Vox.

La falta de consenso en la pasada legislatura cedió al PSOE el dominio de este órgano en 2015, una situación que no quieren que se repita. El PSOE usó su mayoría para bloquear iniciativas políticas , lo que hizo montar en cólera a la oposición. Susana Díaz colocó a tres secretarios generales del PSOE en la Mesa del Parlamento. La vicepresidenta primera, Teresa Jiménez , en Granada; y la secretaria primera, Verónica Pérez , en Sevilla, y Juan Pablo Durán , en Córdoba. La también secretaria general del PSOE andaluz no sólo logró el control orgánico en estas tres provincias sino también un férreo cierre de filas en las más polémicas decisiones del Parlamento en favor de su Gabinete.

La Mesa tiene, entre otras funciones calificar, con arreglo al Reglamento, los escritos y documentos de índole parlamentaria , admitirlos o no si los tramita y programar las líneas generales de actuación de la Cámara.