Elecciones Andalucía 2022
El miedo a la desmovilización planea sobre las elecciones andaluzas
Arenas y Díaz ganaron pero no gobernaron por culpa de la abstención
Elecciones en Andalucía en directo
Moreno insiste en su preocupación: «No contábamos con la ola de calor»
Juanma Moreno, ayer con uno de los tradicionales cabezudos en Granada
Las campanas suenan con repique de alarma en el PP andaluz. Hay preocupación por que la amplia mayoría que dibujan las encuestas –hasta el CIS se ha rendido a esta evidencia– se le escape de las manos si una parte sustancial del electorado se relaja ... y opta por la abstención. Para el presidente de la Junta, Juanma Moreno , la desmovilización es un enemigo aún más temido que el propio PSOE, al que le saca quince puntos de ventaja en estimación de voto, según el último sondeo realizado por GAD3 para ABC el pasado lunes, último día de publicación de encuestas. Las principales amenazas son el puente del Corpus en Sevilla y Granada, las fiestas –es feria en Algeciras, la segunda ciudad más poblada de Cádiz–, y la tentación de escapar a la playa para huir del calor.
El candidato del PP a la reelección sabía de antemano que convocar las elecciones andaluzas el domingo 19 de junio era una decisión de riesgo, pero no pensaba que lo fuera tanto. «Estamos preocupados por la desmovilización. No contábamos con la ola de calor », se lamentaba ayer Juanma Moreno, mientras se dejaba ver por el Centro de la capital granadina, en pleno Corpus y con los termómetros marcando más de 40 grados. «Domingos de playa va a haber muchos», insistía ayer. Es el mismo mensaje que luce con el rostro del candidato en algunas vallas publicitarias que ha contratado el PP al pie de la carretera para disuadir a los conductores.
En su visita a Granada, Moreno era incapaz de dar dos pasos por la céntrica calle Mesones sin que algún viandante lo parara para pedirle una foto al grito de «presidente, presidente», informa Álvaro Holgado . Pero inquieta que esa borrachera de euforia que percibe en la calle el actual presidente derive en una resaca de votantes desmovilizados en la jornada electoral.
Dando por descontada la victoria, su éxito se va a medir en función de lo cerca que esté de la mayoría absoluta, el único veredicto que le garantiza gobernar en solitario. Con Vox espera no tener que «negociar absolutamente nada» , manifestaba Moreno. «No se trata de ganar, sino de ganar bien para no depender de Macarena Olona. Para eso no basta con sumar más escaños que toda la izquierda junta», comentaba ayer un veterano dirigente del PP con muchas campañas electorales a sus espaldas.
El PP ha puesto vallas publicitarias para convencer a los votantes que acudan a las urnas antes de escapar a la playa
Los populares aún no se han olvidado de la victoria insuficiente de Javier Arenas en marzo de 2012, la única vez que ganaron unas autonómicas con 50 diputados . Le faltaron cinco para la mayoría absoluta que le daban los sondeos y, por tanto, se vieron privados del Gobierno andaluz. Aquellas elecciones se celebraron sin coincidir con unas generales (algo inusual en Andalucía). El 'efecto arrastre' no existió. La participación (62,2%) se quedó diez puntos por debajo de la cita electoral de 2008. Se produjo una movilización de última hora de votantes socialistas , algunos de ellos dubitativos en los días previos, y un trasvase de sufragios del PSOE a IU.
En el caso del PP, unos 150.000 electores conservadores, que el 20 de noviembre de 2011 habían votado a Mariano Rajoy en las generales , se relajaron y se abstuvieron, sobre todo en las ciudades de la costa. «Se movilizó muchísimo la izquierda, a través de los sindicatos UGT y CCOO, que se levantaron contra la reforma laboral y los supuestos ataques al sector público. La gente se asustó », asegura uno de los que estuvo en la sala de máquinas de aquellos comicios.
El resultado es de sobra conocido. José Antonio Griñán , que se había resignado a pasar a la historia como el primer candidato del PSOE que llevaba a su partido a la oposición, vivió una derrota dulce, mientras que Javier Arenas saboreó un triunfo de lo más amargo al verse privado del poder en su cuarto y último intento como candidato del PP a la Junta.
En las elecciones de 2012 se relajaron votantes del PP, mientras que Susana Díaz en 2018 culpaba a Ferraz de la desmovilización del PSOE
En 2018 , la abstención fue para los socialistas. En la sede regional del PSOE de San Vicente tenían encuestas solventes que le concedían 40 escaños a Susana Díaz. Los socialistas estaban tranquilos. Todo iba bien. Pero la guerra abierta entre la lideresa y Pedro Sánchez pasó factura . Según cuentan los susanistas, durante la segunda semana de campaña se levantaron muchos teléfonos en Andalucía procedentes de Ferraz. El mensaje, no hace falta que vayas a votar.... El resultado, que Susana Díaz cosechó 400.000 votos socialistas menos que Pedro Sánchez en las siguientes elecciones, perdió la Junta y se quedó con 33 diputados en el Parlamento.
El fuego amigo en el PSOE
En la noche electoral del 2 de diciembre de 2018, la expresidenta miró a los ojos a alguna secretaria general culpándola de los malos resultados. Se habían movido muchas cosas en su provincia y ella no se había enterado... o no había sido capaz de frenarlo. Esa desmovilización no fue sólo por las presiones de Ferraz o las cuitas internas del PSOE. Susana Díaz acusó el desgaste de 37 años de Gobierno y el caso de los ERE con el trauma que supuso para el socialismo andaluz que lo sintió como el fracaso de todos sus años de gestión.
Susana Díaz tenía además en contra a los sindicatos UGT y CCOO, con los que había tenido serios encontronazos en sus años de Gobierno. Eso y unos sanitarios puestos en pie de guerra contra la Junta como nunca se había visto. Desde el entorno de Pedro Sánchez niegan que se produjeran llamadas «recomendando» no ir a votar a Susana Díaz. « Desgraciadamente, no hacía falta, la gente no la quería y eso nos llevó al desastre ».