Mariano Rajoy aprovechó ayer la fecha del 19 de marzo para apostar por un cambio en Andalucía como el que supuso la Constitución de 1812, «la Pepa», en España y con un Gobierno que «mire al futuro». Así se expresó el presidente del Gobierno en un mitin ante unas 5.000 personas en el pabellón de deportes Ciudad de Cádiz, junto al candidato a la Presidencia de la Junta, Javier Arenas.
Rajoy destacó que Andalucía necesita no quedarse atrás después de treinta años de gobiernos socialistas, durante los cuales se podrían haber hecho las cosas «infinitamente mejor». El jefe del Ejecutivo apostó por que Andalucía no sea el próximo domingo la única comunidad autónoma en la que no se ha producido la alternancia en el poder.
Para ello el Gobierno se volcó ayer con Arenas. A la intervención de Rajoy hay que sumar la presencia en las primeras filas de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro; la ministra de Trabajo, Fátima Báñez, y el presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada.
En cuanto a la posibilidad de una coalición de izquierdas tras el día 25, Rajoy aseguró que lo que proponen PSOE e IU es que «todo siga igual, exactamente lo contrario de lo que necesita Andalucía».
Por ello, el presidente del Gobierno propuso iniciar un cambio de rumbo para que no haya que resignarse a que «más de un millón de andaluces no puedan trabajar».
Rajoy quiso señalar que España vive un momento de «dificultades» y de «transición hacia un tiempo nuevo» y que seguirá apostando por las reformas, aunque estas no producirán efecto «en media hora».
Contra el inmovilismo
El jefe del Ejecutivo cedió palabra al aspirante a gobernar Andalucía, Javier Arenas, quien sostuvo que los únicos recortes que va a poner en marcha son los de «los abusos, los derroches, los privilegios y el paro» producidos durante los gobiernos socialistas. El líder del PP andaluz también se acordó en Cádiz de los dos siglos que cumplió ayer la Constitución de «la Pepa», promulgada en la capital gaditana. Dijo que «si hace doscientos años ni siquiera el inmovilismo del viejo régimen pudo acallar la corriente reformista de las Cortes de Cádiz, tampoco en Andalucía el inmovilismo va a parar el viento de cambio».
El dirigente del PP, que advirtió de que en los últimos años ser del PSOE ha significado «privilegios para algunos», aseguró que será un presidente de la Junta «para todos» y prometió que otro de sus recortes será en «comisarios políticos».
Educación y sanidad
Según Arenas, si él es presidente del Gobierno autonómico andaluz no habrá comisarios políticos en la educación o en la sanidad, donde solo se encargan de controlar «todos los días a los funcionarios, en los que tenemos una fe ciega y que serán clave para Andalucía». No obstante, señaló que una partida que va a «recortar muchísimo, hasta su absoluta desaparición», es la partida de los ERE, que «desaparecerá desde el primer día». Arenas añadió que todos los recortes «los haremos para garantizar una educación pública de calidad y una sanidad de primera».
El líder del PP de Andalucía aprovechó para destacar que el secretario general de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, no coincida en los mítines con el candidato socialista, José Antonio Griñán, y sin embargo los populares andaluces «siempre quieren coincidir» con el presidente del Gobierno.