Este 25 de marzo es el todo por el todo. Las elecciones asturianas han llegado sobrevenidas por un escenario de desencuentro entre partidos determinado, también participado desde Madrid; pero la clave está en las elecciones andaluzas, cuya campaña verdaderamente no empezó el pasado 9 de marzo. Lo hizo mucho antes. Andalucía es el bastión electoral del socialismo español por excelencia, el único que no ha tenido higiénica alternancia en el poder en las últimas tres décadas. Es para el PSOE el aislado remanso de paz que nunca en democracia ha estado gobernado por otro partido que no sea el de los veteranos Alfonso Guerra, Felipez González, Manuel Chaves, Gaspar Zarrías y José Antonio Griñán. Por eso, éste último no arriesgó meses atrás decidiendo que no coincidiesen las convocatorias de elecciones generales y las novenas autonómicas, como venía siendo tradicional, para ganar tiempo y lograr marcar distancias. Quería Griñán salir así indemne del “efecto contagio” del deterioro acumulado por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero debido a la agónica crisis económica y que acabó castigando, en mayo de 2011, al resto de autonomías que obraban en poder de los socialistas.
La lectura nacional de las elecciones del domingo será inevitable: se juegan el todo por el todo
Tan importantes son las elecciones en la Comunidad del sur de España para Ferraz y Génova que han rediseñado sus estrategias del año en base a este domingo; no en vano, las dos grandes citas de ambos partidos, el XXXVIII Congreso Federal del PSOE que eligió a Alfredo Pérez Rubalcaba como su secretario general y la XVII Convención Nacional del PP de la que salió reforzado Mariano Rajoy y su nueva dirección, con un puesto de honor –vicesecretario nacional- reservado al candidato a la Junta por cuarta vez, Javier Arenas, tuvieron como sede Sevilla y fueron el punto de arranque a estos comicios regionales.
¿Examen a las medidas del Gobierno?
La campaña ha estado jalonada por eslóganes por y para Madrid
El próximo 19 de abril se constituirá el Parlamento andaluz que dicte la población el domingo hasta las 20.00 horas, pero su formación ha estado supeditada, desde el primer minuto y hasta el pitido final, por las directrices de la política nacional. Habrá que interpretarlo también desde la óptica, sin duda, crucial que supondrá para los grandes partidos en Madrid. De hecho, los mismos líderes regionales, que han ejercido puestos de resonancia en la capital española en sus respectivas carreras, apelan ahora a que está en el aire qué tipo de gestión se quiere para Andalucía y lo hacen, para bien o para mal, pidiendo que el ciudadano observe cómo lo hace el partido contrincante cuando lleva las riendas legislativas del país.





