De Valencia a Mallorca en zepelín: la respuesta 'verde' de la aviación española a la reducción de los vuelos cortos

El objetivo fundamental, entre otros, es reducir el impacto medioambiental sin que por ello se resienta la cuenta de resultados. Entre otras medidas, ya hay compañías que están mirando a transportes más eficientes aunque sea, aparentemente, algo obsoleto. Y es que ya hay una compañía española que ha apostado por un viejo conocido de los aires: el zepelín.

Air Nostrum, la filial de Iberia, firmó un acuerdo con la empresa británica Hybrid Air Vehicles (HAV) para ser la primera compañía en España que emplee el Airlander 10, «un dirigible ecológico y versátil», con el que pretenden dar un vuelco al panorama de los vuelos comerciales en España.

Según informó la compañía tras el acuerdo de sus socios en 2022, el Airlander 10 «es altamente sostenible gracias a que su consumo de combustible es muy inferior al de otros medios alternativos, lo que supone una reducción de emisiones de CO2 de hasta el 90% en el proyecto inicial y hasta alcanzar las emisiones cero en 2030».

El Airlander 10, cuyo nombre inicial era HAV 304, nació en su versión civil en 2012. La compañía británica Hybrid Air Vehicles adaptó esta mezcla entre avión, zepelín y globo aerostático, que tuvo su origen en un proyecto militar estadounidense dentro del programa de vehículos de inteligencia múltiple de larga duración (LEMV) del ejército, y lo transformó en lo que es hoy en día: la aeronave comercial más grande del mundo.

Su debut ya como Airlander 10 se produjo el 17 de agosto de 2016, cuando realizó su primer vuelo de pruebas en el aeródromo de Cardington, en Bedfordshire. Este test duró cerca de media hora, se realizó a una altura de 1.500 metros y se alcanzó una velocidad máxima de 64 km/h. Sus prestaciones le permiten mucho más.

El primer modelo patentado tiene unos 92 metros de longitud (21 más que un Boeing 747) y capacidad de alcanzar los 5.000 de altitud, con una velocidad máxima de 148 km/h. Una de sus principales venttajas es que no necesita pistas de aterrizaje y despegue, ya que puede asentarse en cualquier superficie plana, y tiene una autonomía tal que puede estar dos semanas en el aire sin interrupción.

El combustible que usa es uno de los aspectos que más se ha estudiado. El recuerdo de la tragedia del Hindenburg de mayo de 1937 está muy presente, por lo que el uso de gas hidrógeno quedó totalmente descartado. El Airlander 10 emplea helio.

Además, otra de sus ventajas es que la cabina no necesita ser presurizada dado que no alcanza la altura de los aviones actuales, lo que ayuda notablemente en términos de durabilidad y mantenimiento.

El uso de los zepelines actualmente está concentrado únicamente en el campo de la publicidad y el márketing. Por ejemplo, la compañía de neumáticos Goodyear ha convertido su dirigible en las 24 horas de Le Mans en uno de los grandes atractivos de la legendaria carrera automovilísitca.

En un futuro no tan lejano, estarán en el aire con pasajeros a bordo. El proceso constará de dos partes: las primeras versiones tendrán una motorización híbrida hasta que en 2030 ya sea 100% eléctrica.

«El Airlander 10 bajará drásticamente las emisiones y por eso hemos alcanzado este acuerdo con HAV. La sostenibilidad, por suerte para todos, ya es un hecho irrenunciable en el día a día de la aviación comercial y acuerdos como este son una forma efectiva de alcanzar los objetivos de descarbonización previstos en la iniciativa legislativa 'Fit for 55'», espera Carlos Bertomeu, presidente de Air Nostrum.

La compañía española se ha hecho con 10 unidades de los Airlander 10 y se espera que en 2026 puedan estar disponibles varias líneas entre Valencia y Mallorca, si bien en el Reino Unido pretenden que llegue un año antes. El cambio de paradigma puede ser radical, esperan desde la compañía española.