La vuelta de La Caixa a Cataluña, el trofeo que ansía el independentismo
La fundación y el brazo inversor Criteria están en la diana de Junts, que dice haber pactado con el Gobierno cambiar la Ley de Sociedades de Capital
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Madrid
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Iniciar sesiónEn la ambigüedad de las palabras es en lo que se mueven tanto el Gobierno como Junts. Dar pasos poco a poco, sin desvelar de golpe sus planes, para intentar forzar la vuelta de las empresas a Cataluña y revertir así los traslados ... de sede producidos desde el 1-O de 2017. Ese es el objetivo general que los independentistas sí trasladan en público, pero en privado la meta es conseguir en concreto a dos entidades indisolubles: la Fundación 'la Caixa' –cuyo órgano de gobierno, el patronato, no está controlado por las administraciones y cuyos miembros en su mayoría son de la confianza del presidente Isidro Fainé– y su brazo inversor CriteriaCaixa. Como dique de contención, aparte de la legalidad vigente, aparece el propio Fainé, al que el independentismo apunta como gran obstáculo para sus deseos.
En la diana de Junts principalmente, pero también de ERC, está ese conglomerado que es La Caixa, del que cuelgan grandes participaciones en Caixabank, Naturgy, Cellnex y Telefónica, entre otras empresas, y su presidente. El banco es su joya de la corona al controlar más del 30% del capital social, pero no es el único; en la energética es también el primer accionista (26,7%) y en Cellnex es significativo (4,3%) al igual que en Telefónica (2,5%). Inversiones que convierten a la dupla fundación/Criteria en el grupo financiero español más poderoso. Ese poder desea el independentismo tener bajo su órbita, aunque sea indirectamente; La Caixa es la segunda fundación de Europa y quinta del mundo por activos gestionados, por valor de más de 26.000 millones de euros, y dispone de una liquidez de cientos de millones de euros.
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Cuando Junts llegó a un acuerdo con el PSOE para hacer presidente a Pedro Sánchez ya se deslizó la idea de fomentar el regreso de las empresas a Cataluña. El deseo es hacer volver a las casi 9.000 que se han marchado desde entonces a Madrid, Comunidad Valenciana, Baleares... entre las que están toda la órbita de La Caixa (fundación y Criteria se fueron a Palma de Mallorca, y Caixabank a Valencia), Banco Sabadell (se mudó a Alicante), Naturgy y Cellnex (ambas ahora en Madrid). Pero el gran trofeo es la fundación y su brazo inversor, aunque las fuentes consultadas señalan que es inalcanzable.
En la negociación de los decretos del miércoles el Gobierno fue un paso más allá con Junts al pactar la «reforma de la Ley de Sociedades de Capital mediante Consejo de Ministros para revertir el RD del PP de 2017 y que las empresas puedan volver a Cataluña». Fuentes de la formación independentista indican que la reforma de la normativa acordada pasa por «que las empresas tengan su sede social donde realicen su actividad económica principal». Una reforma que el Ejecutivo trata de matizar con que no se tocaría la ley sino que se reforzaría el control de que la sede y la tributación estén donde radique el establecimiento principal para evitar la ingeniería fiscal. Versiones diferentes del mismo acuerdo, y sin concreción.
Ni Gobierno ni Junts desvelan por completo el anhelo independentista que está detrás de todo esto: conseguir que la Fundación 'la Caixa' y Criteria tengan sede en Cataluña y no en Palma. Porque lograr eso supondría un efecto arrastre sobre muchas otras compañías, empezando por el banco, según proyectan fuentes cercanas a Junts.
Sin embargo, que los independentistas logren colgarse esa medalla se antoja inalcanzable. Aunque se establezca por ley que la sede habrá de estar donde se tenga la «actividad económica principal», eso en el caso de La Caixa no operaría ya que la actividad de la fundación se despliega por todo el mundo, sin foco local, y en el caso de Criteria son inversiones españolas e internacionales en su mayoría en empresas cotizadas -difíciles de acotar por tanto- que además tienen sede fuera de Cataluña. También opera el hecho de que la dirección, los comités y las reuniones efectivamente tienen lugar en Palma.
Fuentes financieras indican que forzarles a poner la sede en la comunidad autónoma catalana es prácticamente imposible, y recalcan que hace décadas que La Caixa dejó de ser algo local para convertirse en internacional. Desde la Fundación 'la Caixa' y Criteria declinan hacer comentarios.
Movimientos discretos
El deseo de los independentistas, en especial de Junts, no ha pasado desapercibido en la fundación y Criteria. Según fuentes conocedoras, los secesionistas han transmitido a los socialistas en más de una ocasión su deseo sobre La Caixa, con calculada discreción pero no suficiente para evitar que llegue a los oídos del protagonista.
En la fundación siguen muy de cerca las negociaciones del Gobierno, concretamente del PSOE, con las formaciones secesionistas. Con especial celo desde hace dos meses, para tratar de prever los movimientos a los que aspiran en Junts y también en ERC.
En La Caixa, según fuentes conocedoras, existe cierta inquietud sobre las negociaciones y las cesiones que puedan hacer los socialistas. En esa inquietud también se enmarcan algunas reuniones que se han producido con la parte socialista.
Isidro Fainé, presidente de la fundación y de Criteria, un hombre que no deja al azar los acontecimientos, se reunió antes de acabar 2023 con Pedro Sánchez -a instancia de este último-. El presidente del Gobierno le intentó transmitir tranquilidad sobre los deseos del independentismo con La Caixa, unas palabras que fueron bien recibidas por el propio Fainé. Al mismo tiempo, Salvador Illa, líder de los socialistas catalanes, comió con Juan José López Burniol, vicepresidente de La Caixa, para dar un mensaje similar. Fuentes cercanas a la fundación indican que pese a las reuniones, la tranquilidad no es lo que reina La Caixa, que han vuelto a levantar los ojos tras el acuerdo del miércoles con Junts.
Y esa tranquilidad se ve alterada también por la ambición de los independentistas de que Fainé dé un paso a un lado más pronto que tarde. El empresario es una figura incómoda para Junts y ERC, según fuentes empresariales y cercanas al independentismo, por los hilos de poder que maneja y su convicción de mantener el 'statu quo' actual tal como está, es decir, fundación y Criteria en Palma, y Caixabank en Valencia.
El independentismo ve a La Caixa como la posibilidad de generar un efecto arrastre con más compañías que se fueron
El relevo de Fainé es algo, en todo caso, que puede ser un deseo político, en busca de un jefe para el entorno Caixa menos incómodo, pero nada factible en estos momentos. Por una parte, el empresario es una figura que no cede a presiones y en su entorno tienen claro que el momento en que dé un paso al lado será una decisión suya meditada y calculada con quien vaya a ser su sucesor. Pero ese escenario, según fuentes financieras, no está sobre la mesa.
El presidente de la fundación y Criteria quiere continuar en su posición, no tiene intención de buscar ahora un sucesor, y sigue plenamente encima de todos los temas. Su relevo no es tema de conversación en su entorno.
Cosa distinta son las presiones que pueda recibir desde la política madrileña y catalana, porque su relevo, por la importancia del imperio que maneja, es un asunto que interesa tanto en el Gobierno central como el autonómico. Y esas presiones se ha tanteado incluso hacerlas por la vía legal, sin éxito por el momento.
Varias fuentes conocedoras de los contactos confirman conversaciones entre el Gobierno y Junts para ver la posibilidad de reformar la normativa de las fundaciones bancarias para comprobar los independentistas la disponibilidad de los socialistas a entrar a cambiar la ley del ramo para tratar de hacer recaer la supervisión de la Fundación 'la Caixa' en la comunidad autónoma catalana. Una opción que se ha contemplado pero no llevado a cabo.
Actualmente esa supervisión recae en el Ministerio de Economía, al igual que la mayoría de las fundaciones bancarias. Y el movimiento pasaría por una reforma de la ley de fundaciones para hacer encajar algún criterio que sirviera para que esa tarea la pudiera asumir la Generalitat. Pero precisamente Pedro Sánchez ha trasladado al grupo financiero tranquilidad.
Además, entrar en este concreto asunto supondría abrir la puerta a que otras comunidades también reclamen lo suyo. Fuentes cercanas a la Junta de Andalucía indican que esto se sigue también de cerca en Andalucía, si bien allí también estarían dispuestos a asumir la supervisión de la Fundación Unicaja. E incluso se abriría la posibilidad a hacer lo mismo en Aragón con Ibercaja.
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