Vodafone liquida su filial eléctrica mientras ejecuta el ERE
La compañía va a reubicar a los empleados en otros departamentos, y podrán decidir posteriormente si acogerse al ERE
El contexto energético ha sido muy complicado, y el operador rojo prefiere centrarse en los servicios de telecomunicaciones

Vodafone aligera peso en su estructura de negocio. El fondo británico Zegona, nuevo dueño del operador rojo, quiere reducir cargas en la compañía. Junto al ajuste de empleo que está llevando a cabo, y que puede terminar con más de 800 personas fuera ... de la empresa, la compañía también ha decidido liquidar su filial eléctrica para centrarse en los servicios 'core' de telecomunicaciones.
La teleco ha ofrecido a los empleados de esta división reintegrarse en otros departamentos del operador. No obstante, según ha podido conocer ABC en fuentes del mercado, es probable que haya personal de esta división energética que se acoja al ERE en busca de nuevas oportunidades debido a la buena evolución laboral que tiene el sector de la energía.
Cuando la división eléctrica se puso en marcha en junio de 2022, Vodafone buscó talento dentro del sector energético. Aterrizaron en este proyecto gente de Podo, Imagina Energía o profesionales que pasaron por Feníe Energía, Capital Energy; o la principal compañía de infraestructuras de gas en España, Enagás.
Con esos mimbres echó a andar la eléctrica de Vodafone en otoño de 2022. El contexto era muy complicado en el ámbito energético debido a la crisis de precios que vivía Europa. Esto provocó que los mercados mayoristas estuvieran disparados. Una situación que complicaba el acceso a las comercializadoras de cara a vender luz a los clientes.
En ese momento, en Vodafone confiaban en el proyecto. Las compañías de telecomunicaciones llevaban años añadiendo productos a sus servicios para añadir valor a los clientes. A nivel comercial, confiaban en que su importante base de clientes, y los contactos con los que contaban, les ofreciera ventajas en la captación de nuevos usuarios.
Pero la situación no terminó de despegar. No se trata de una situación que haya afectado solo a Vodafone. En los últimos dos años las comercializadoras independientes de electricidad han sufrido mucho.
Estas compañías tienen que competir con las grandes compañías verticalmente integradas, como Iberdrola, Endesa y Naturgy, con el condicionante de que toda la electricidad la deben comprar en el mercado mayorista. Vodafone tenía que comprar para luego vender, y con los precios altos era muy poco rentable. Para ellos, y para otras muchas empresas que han pasado apuros estos últimos ejercicios.
El gran objetivo de Vodafone
Este movimiento de Vodafone se enmarca en los nuevos planes que trae Zegona para el operador de telefonía. El CEO del fondo, Eamonn O'Hare, no quiere distracciones en negocios aledaños a las telecomunicaciones; y ese es el mandato que tiene el nuevo consejero delegado, José Miguel García.
La compañía quiere centrar todos sus esfuerzos en los servicios 'core' que tradicionalmente han vendido los operadores de telefonía, más productos de televisión y, en general, todo lo que tiene que ver con la conectividad.
La aspiración de Vodafone en estos momentos es volver a la senda del crecimiento, de manera clara y sostenida, y afianzar su tercer puesto en el sector de las telecomunicaciones sin tener que mirar por el retrovisor a Digi, operador de origen rumano que se ha convertido en la compañía que más ha crecido en los últimos años.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete