Verano de euforia para el turismo a las puertas de un otoño y un 2023 plagado de incertidumbre
El litoral español vive una temporada alta con niveles de ocupación de hasta el 96%, como en los años anteriores a la pandemia
Los hoteleros empiezan a percibir una ralentización de la demanda de cara al último tramo del año
Un grupo de turistas en las calles de Barcelona
El turismo vive un verano de euforia tras la pesadilla de la pandemia. La vuelta del turista extranjero, y en especial del británico, está disparando la facturación de hoteleros y hosteleros, que ya esperan cerrar la época estival con ingresos similares a la era ' ... precovid'. Una fiesta a la que se ha sumado la continuidad del 'boom' del turismo nacional, que firmó los mejores datos de estancias hoteleras en un mes de julio. Hasta 6.067.696 viajeros y 15.644.101 pernoctaciones de turistas nacionales se registraron en los establecimientos del sector, según los últimos datos de la Coyuntura Turística Hotelera del INE.
El contexto ha beneficiado de forma especial a las islas del archipiélago balear, que han vuelto a tener hoteles y terrazas llenas este verano. En julio el 'boom' ha sido absoluto. Uno de cada tres visitantes internacionales que vinieron a España lo hicieron para veranear en Baleares, lo que se ha traducido en ocupaciones superiores a las registradas antes de la pandemia. En el caso de la isla de Mallorca, el porcentaje de habitaciones ocupadas en establecimientos hoteleros alcanzó el 94% de media y se espera que en agosto esa tasa oscile entre el 92 y el 95%, según la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM). Su presidenta, María Frontera, lo atribuye a las «ganas de viajar después de los confinamientos y las restricciones motivados por la pandemia», que han propiciado «que la demanda contenida de dos años haya impulsado los viajes». Frontera señala a Playa de Palma, Palmanova, Magaluf, Cala Millor, Alcudia y Playa de Muro como las zonas que mayor número de pernoctaciones registraron en julio.
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Los meses de verano podrían ser solo un bálsamo antes de un otoño y un 2023 «con muchas incógnitas». Los hoteleros de Mallorca ya descuentan que el año que viene no será probablemente tan bueno como este y que la demanda se acabará modulando «por los cambios economicos que se vaticinan en Reino Unido y Alemania y que siembran incertidumbre ante el futuro del invierno y la temporada de 2023».
Ese fue el nivel de medio de ocupación de los hoteles de la isla de Mallorca durante el mes de julio y la cifra espera superarse en el mes de agosto
Una impresión que comparten los hoteleros de la Costa del Sol. Aunque para octubre mantienen una previsión media del 68% de ocupación, la patronal Aehcos muestra su inquietud por el estancamiento en las previsiones de reservas para septiembre y octubre, para los que ahora mismo se prevé que haya un 8% y un 9% menos de ocupación respecto a los mismos meses de 2019, según su presidente, José Luque.
El verano, no obstante, está siendo igualmente reparador para el destino más boyante del litoral andaluz. En agosto esperan terminar con ocupaciones medias del 85% en la zona, que se superarán en muchos de sus principales enclaves como Fuengirola (89%) Torremolinos (88%), Nerja (87%) Marbella (86%) y Benalmádena (86%). Aún así, en esta zona no esperan superar los niveles de 2019, por la menor demanda en los destinos de interior y por el decremento de reservas de origen internacional que se colocan por debajo de las nacionales.
Cartel de completo en Benidorm
El sector turístico de Benidorm y la Comunidad Valenciana ha colgado el primer cartel de completo en 30 meses durante el puente festivo de agosto y, en general, está viviendo una temporada alta con cifras por encima de las de 2019, informa José Luis Fernández. No obstante, la rentabilidad para los hoteles y los restaurantes ha caído por la inflación, por el repunte de los costes de las materias primas y, sobre todo, por la electricidad, que les ha generado subidas de la factura del 60%. Hasta el punto de que los hosteleros han calificado de «robo eléctrico» las facturas de luz de julio y han alertado de posibles «cierres» por resultar inviable este gasto.
«Junio y julio han sido meses muy buenos, incluso mejores que en 2019. Sin embargo agosto está siendo muy irregular, con muchos altibajos cuando siempre ha sido un mes de locos. Ahora, a la espera de cómo se comportará septiembre, estamos con un poco de miedo con el anuncio de tanta crisis que está por venir», es el balance de la presidenta de la Asociación Provincial de Empresarios de la Hostelería de Alicante (APEHA), María del Mar Valera.
Los hoteleros de Benidorm y la Comunidad Valenciana (Hosbec) hacen un balance positivo: «El turismo no tiene miedo a la inflación, demostrando su extraordinaria capacidad de resiliencia. Ni en el periodo de precios más alto de toda la temporada, y seguramente de la historia, se ha visto retraído por las malas noticias económicas que leemos y escuchamos cada día» indica su presidente, Toni Mayor.
La previsión apunta a que agosto finalizará con ocupaciones medias superiores al 90% y muchos hoteles habrán colgado el cartel de completo en varios periodos del verano.
Benidorm y Valencia son los destinos preferidos para el mercado internacional. En ambos puntos, los turistas extranjeros suponen alrededor de un 50% del mercado, mientras que el turista doméstico se ha decantado más por la Costa Blanca y Castellón con una cuota de mercado del 70 y el 85% respectivamente en esos enclaves.
El verano también está dejando sensaciones positivas en Cataluña, que se consolida como destino favorito de los turistas, con una media récord de ocupación del 96%, informa Jordi Martínez. Su inagotable oferta cultural y sus más de 500 kilómetros de costa convierten la tierra del romesco y la sardana en uno de los destinos más exitosos del Mediterráneo cada verano.
El repunte de la cifra de visitantes procedentes de Estados Unidos en Barcelona confirma la recuperación de los principales mercados emisores
Después de la caída del turismo durante los últimos dos veranos a causa de la pandemia, Cataluña no solo ha recuperado las cifras del verano de 2019, sino que las ha superado con discreción, en algo más de un uno por ciento. Estos resultados cobran especial relevancia si se tiene en cuenta que el mercado asiático todavía no se ha recuperado y que el número de visitantes procedentes de China o Japón ha caído entre un 70 y un 80% respecto a las cifras 'precovid'.
Barcelona, por su parte, mantiene el liderato como ciudad más visitada de nuestro país por los turistas extranjeros. Según los datos del INE, se encuentra por delante de otras capitales como Madrid, Palma o Sevilla, y los visitantes internacionales representan el 82% de los que pernoctan en la ciudad.
A pesar del incremento del turismo nacional en casi un 8% respecto a 2019, la capital catalana sigue siendo el destino preferente para los que vienen de fuera. Eso sí, el número total de turistas ha caído más de un 10% comparado con aquel año récord. En cuanto a la procedencia de los visitantes, Estados Unidos vuelve a situarse como primer mercado emisor, con más de 100.000 turistas en el mes de julio.
Fuera de la capital, destinos como la Costa Brava, Costa Dorada y Port Aventura han sido los mayores polos de atracción de turistas. Ciudades como Lloret de Mar (Gerona) y Salou (Tarragona) se mantienen –con Barcelona– un año más en el top 10 de los destinos más visitados de España.
El furor por viajar también llega a destinos menos masificados. Galicia está superando este verano los niveles de turismo anteriores a la pandemia del Covid, informa Natalia Sequeiro. En julio, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, visitaron la comunidad 615.150 viajeros, de los que más de 150.000 eran residentes en el extranjero. Fueron casi 76.500 más que el mismo mes de 2019. «Los datos son muy buenos», asegura el presidente del Clúster de Turismo, Cesáreo Pardal, que, sin embargo, reconoce que los hosteleros esperaban que el verano fuese aún mejor en cuanto al número de visitantes.
Tampoco han terminado de recuperarse del todo los márgenes de beneficio de los hoteles y restaurantes. «La guerra de Ucrania nos está afectando por todo lo que conlleva de subida de carburantes y de precios eléctricos», asevera Cesáreo Pardal.
Galicia fue en julio la quinta autonomía con mayor número de pernoctaciones de viajeros españoles. Dispone de 72.800 plazas de alojamiento y según el INE durante el pasado mes la ocupación media fue del 56%. Los fines de semana se elevó al 62% .
El Camino de Santiago ha sido uno de los motores de atracción de turistas, especialmente en un 2022 en el que el Año Santo se ha visto prorrogado por motivo de la pandemia. En agosto se han batido ya las cifras de peregrinos de cualquier Xacobeo anterior. Se espera que al cierre del año se supere el récord de caminantes que se produjo en 2019 cuando 347.578 personas sellaron la Compostela.