Un verano con dos caras: los hoteles reciben ya más turistas que en 2019, pero menos pernoctaciones por la inflación

Como ya adelantó este periódico en repetidas ocasiones, el verano para los hoteles se presentaba con dos caras: por un lado, todos los indicadores mostraban que el número de viajeros llegaría a superar las cifras prepandemia por las ganas de viajar de una población que ha sufrido dos años de crisis sanitaria; pero por el otro existía una tendencia a contratar menos noches por la escalada de precios en toda Europa, acentuada por la guerra de Ucrania. Estos efectos se están haciendo patentes sobre todo en el caso de los visitantes extranjeros. El número de pernoctaciones de turistas internacionales en julio siguió 1,5 millones por debajo de 2019, también porque el número de alojados llegados desde fuera de nuestras fronteras no recobró el nivel anterior a la pandemia al recibir a 6.234.361 (6.455.207 en 2019) y porque todavía se acusa la falta del turismo de largo radio.

Más transparente se muestra la incidencia de la inflación en el comportamiento de los principales mercados emisores. Es el caso del principal emisor histórico de turistas con dirección a España, el Reino Unido, que en julio superó la cifra de visitantes alojados en hoteles de 2019 (1.258.927, frente a 1.253.705), pero que sin embargo generó casi 90.000 pernoctaciones menos que en julio de ese año (7.113.474, frente a 7.201.443).

En el caso de Alemania, la diferencia entre número de turistas y pernoctaciones también es notable. Los datos de coyuntura hotelera del pasado mes de julio confirmaron el retorno de la segunda gran fuente de visitantes del sector turístico español, con 774. 386 turistas alemanes alojados en hoteles, pero las pernoctaciones cayeron a 4.557.851 desde las 4.943.147 registradas en 2019, un 8,45% menos. En todo caso, el número de huéspedes alemanes siguió por debajo de 2019: en el séptimo mes del año se hospedaron en establecimientos hoteleros 774.386 germanos por los 807.451 del 2019.

Un golpe que, en parte, ya era esperado porque el principal motor económico de Europa se prepara para un otoño turbulento con los precios energéticos disparados e incluso posibles racionamientos. Un estudio de la consultora PwC en Alemania ya anticipaba que tres de cada cuatro alemanes reducirían o incluso eliminarían las vacaciones en verano por el golpe que les suponía la escalada de precios.

En cambio, otros mercados fundamentales para España sí que han superado los niveles prepandemia en todos los aspectos. Francia suma un 14% más de visitantes alojados en hoteles españoles respecto a 2019 y un 8% más de pernoctaciones; Países Bajos un 17% más de viajeros y un 11% más de noches de hotel; y también Bélgica suma importancia para los establecimientos hoteleros al ver incrementado casi un 20% su aportaciónde turistas y un 13% más de duración de estancia.

La recuperación ha sido uniforme en todas las comunidades autónomas españolas y confirma la buena salud de los destinos de sol y playa con la recuperación del turista extranjero. También al son del viajero nacional, que firma su mejor julio en la serie histórica para los establecimientos hoteleros con 6.067.696 viajeros y 15.644.101 pernoctaciones. Baleares, que recibió 1.896.178 visitantes en julio, lidera esta recuperación con casi 100.000 turistas alojados más respecto a julio de 2019.

El archipiélago canario rozó el millón de visitantes alojados en hotel; mientras que en la península, Cataluña y Comunidad Valenciana también se superaron los valodres de julio de 2019 con 2.470.429 y 1.065.733 de huéspedes respectivamente. Solo Andalucía se quedó a las puertas, aunque sus principales destinos de costa ya firman mejores datos de viajeros que en el último año prepandemia. Sin embargo, en todas estas comunidades y destinos las pernoctaciones siguieron en julio por debajo de 2019.

Pero como sucede con la cesta de la compra y las energías, los precios de los hoteles siguen batiendo récords de precios al calor de la presión inflacionista. En julio los precios medios por habitación hotelera siguieron al alza hasta situarse en 121,4 euros, un 17 más que los 102,8 de 2019, un 17,7%. El Índice de Precios Hoteleros subió el 16,4 % en julio pasado sobre el mismo mes del año anterior, con lo que modera los crecimientos superiores al 20% que se registraban en los meses anteriores.

En un escenario inflacionista, los precios de los hoteles se encarecen mes a mes desde hace un año y desde el pasado febrero lo hacen a ritmos superiores al 20%. Este rebote tiene lugar tras los fuertes retrocesos de precios por la caída de la demanda que se acumularon desde marzo de 2020 y de los cierres totales durante los meses de confinamiento. En consecuencia, la facturación media diaria de los hoteles por cada habitación ocupada fue de 121,4 euros en julio, lo que supone un aumento del 17,5% respecto al mismo mes del año pasado. Por su parte, el ingreso medio diario por habitación disponible (RevPAR), que está condicionado por la ocupación registrada en los establecimientos hoteleros, alcanzó los 89,9 euros, con una subida del 56,6%.

En todo caso, los hoteleros siguen denunciando que estos aumentos de precios no están derivando en una mayor rentabilidad que antes de la pandemia, ya que atribuyen buena parte de las subidas al incremento de costes que están sufriendo, de alrededor de un 30%, según la Confederación de Hoteles y Alojamientos Turísticos, Cehat.