Vender el paraíso a los extranjeros (y hacerse rico así)

Sus fiestas con medio millar de invitados y famosos de postín son prodigiosas. ¿Ha ido a sus 'parties'? Confirmado: es usted megarrico. Si no, puede ir ahorrando para alquilar uno de sus cuatro casoplones en la Isla a razón de 2.142 euros el día. Contactamos con él para que nos abra sus puertas, y su secretaria contesta: ha habido suerte, se acaba de ir su último huésped. «Estáis invitados a visitarla«.

A Villa Remus se llega subiendo una colina en el barrio exclusivo de Son Vida. Es el Beverly Hills de Palma, donde brotan casoplones con piscinas asomadas a los acantilados. Aquí no hay crisis ni apuros para alquilar o comprar una vivienda. Los 162 anuncios en el portal inmobiliario venden la casa más barata en esta zona por 2,15 millones de euros. De ahí en adelante.

Fuera de Son Vida, mileuristas y clase media se las ven canutas para acceder a una primera vivienda asequible. Los baleares tienen que costear el metro cuadrado más caro de España (3.383 euros) y unos alquileres por las nubes.

«Soy Marcel Remus. Hola, hola, hola». Su saludo es inconfundible. Es su seña de identidad entre los 1.500 agentes inmobiliarios de Baleares, que no entendían al principio la extraña fórmula de este joven alemán que se hizo un hueco en el mundo inmobiliario en Mallorca enseñando las casas por Youtube. Su método se popularizó en la tele alemana y su programa de televisión en su país lo catapultó a la fama dándole una ventaja sobre la competencia: «Lo bueno es que antes de vernos, el comprador ya me conoce«, resume abriéndonos el portón de una de sus cuatro villas en la exclusiva zona residencial de Son Vida.

«Cuando empecé, pensé que tenía que diferenciarme y, como soy jinete de doma, empecé a usar el caballo. La competencia decía que no era serio presentar las casas en Youtube. Decían: 'los multimillonarios no compran por Youtube'. Pero al final la mitad de mis clientes me llegan a través de las redes sociales y tengo vídeos con 300.000 clics«, rebate. El método iba bien pero explosionó a raíz de la pandemia, con la gente viendo casas desde sus casas.

Sus compradores son extranjeros mayoritariamente, sobre todo alemanes o nórdicos, que se han hecho con segundas residencias en el archipiélago. Baleares ya es la comunidad con el porcentaje más elevado de compradores de otras nacionalidades, casi el 32 por ciento.

Fachada gris oscuro, escalinata iluminada y un guepardo de cristal custodiando la puerta. Villa Marcel son 800 metros de vivienda, 2.200 de jardín, cinco dormitorios, siete baños, una piscina de 100 metros, jacuzzi, sauna, gimnasio exterior e interior. Remus calcula que tiene un valor de siete millones de euros, «pero no está en venta». La compró a un matrimonio mallorquín y la reformó tomando nota de los gustos de sus seguidores en Instagram. Ahora la alquila a 15.000 euros a la semana, 2.142 euros la noche.

Hay un caballo rosa de luces led al borde de la piscina; el cuadro de Isabel II comiendo chicle, la cocina de Louis Vuitton o la cabeza de un caballo hecha con 17.000 cristales de Swaroski colgada en la pared del salón. Su propietario muestra cada rincón mientras cuenta que llegó a Mallorca con apenas 19 en 2006. Ese año vendió diez pisos y se dio cuenta de que tenía madera para el negocio.

De la primera venta, se compró un Peugeot 107 con el que iba «súper orgulloso» a enseñar las casas. En 2009 creó su propia marca a la vez que hacía el programa 'Agente inmobiliario' que se emitía en Alemania, Austria y Suiza. Allí es una estrella y en Mallorca, también. Con tres empleados –su madre, su secretaria y él– su empresa facturó 134 en 2022 por la venta de 27 casas y está entre las cien más influyentes de Baleares. ¿Cuál es mi comisión? «Un seis por ciento más IVA».

Viste con bermudas, polo y zapatillas, y aunque tiene cuatro mansiones en Son Vida –destinadas al alquiler- vive en un piso de 69 metros en la Playa de Palma. «¿Para qué quiero una cocina de Louis Vuitton si no cocino?«.

Cada año monta un fiestón «para dar las gracias» a sus compradores y vendedores. La Remus Lifestyle Night ya es un 'must' de la élite cada año en agosto. Lo reconoce: «Gano dinero con gente rica pero sé lo que es tener la nevera vacía», justifica el germano, que lleva un tiempo planeando un proyecto es solidario para hacer «60 o 70» casas para personas sin techo en un terreno en S'Aranjassa (Palma) de terreno rústico. «Estoy mirando si puedo construir minicasas móviles para una persona, que no necesitan licencia de obra. Ése es mi sueño, hacer casas para sintecho», se despide cerrando la puerta de Villa Remus.