La UE alcanza un acuerdo de reforma del mercado eléctrico para proteger a los consumidores del aumento de precios

 La idea de la reforma es reducir en lo posible que la volatilidad d ellos precios del gas contagie al resto de la producción de electricidad y consagra el mecanismo de los «contratos por diferencia» (CFD) a un precio garantizado por el Estado para alentar las inversiones en nuevas instalaciones de producción de electricidad «descarbonadas» y que a pesar d ella oposición de Alemania incluyen tanto las renovables como las nucleares. Según este sistema, si el precio del mercado mayorista es superior al precio fijado, el productor debe entregar al Estado los ingresos adicionales obtenidos para redistribuirlos a los consumidores en forma de ayudas o dedicarlo a nuevas inversiones en generación sostenible y sin emisiones. La flexibilidad de los gobiernos para distribuir esos posibles beneficios ha sido uno de los caballos de batalla de las discusiones. Por el contrario, si el precio es inferior, el Estado debe pagar una indemnización al productor. Según el acuerdo, los países podrían implantar «mecanismos equivalentes que produzcan los mismos efectos» para sostener los precios a largo plazo, lo que deja abierta la puerta a experiencias como la que se ha llamado «excepción ibérica».

En caso de una nueva crisis de precios del gas, los gobiernos quedarían autorizados a adoptar medidas que actúen como escudo de precios para proteger a los hogares y empresas vulnerables. El debate se ha centrado sobre todo en establecer cual será la autoridad que determine si el mercado se encuentra en una situación que justifique la entrada en vigor de estas medidas excepcionales y finalmente se ha decidido que sea el Consejo, es decir, la reunión de los ministros responsables de este campo. La Comisión Europea, sin embargo, estará autorizada para permitir una excepción a estas reglas para centrales de carbón (también de nueva generación), pero tendrá que justificarlo con un análisis del impacto que tendrían las emisiones en cada caso particular.

El acuerdo se alcanzó apenas un día después del acuerdo adoptado en la COP28 en Dubái, que pedía en particular una transición hacia una salida de los combustibles fósiles en los sistemas energéticos, con vistas a la neutralidad de carbono en 2050.

«Este acuerdo es una gran noticia, ya que nos ayudará a reducir aún más la dependencia de la UE del gas ruso e impulsar la energía libre de combustibles fósiles para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero», ha explicado la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera.

Asimismo, ha indicado que, gracias al acuerdo, se podrán estabilizar los mercados a largo plazo, acelerar el despliegue de fuentes de energía renovables y libres de fósiles, ofrecer electricidad más asequible a los ciudadanos de la UE y mejorar la competitividad industrial.

El eurodiputado socialista Nicolás González Casares, por su parte, ha celebrado el acuerdo «tras diez horas» de negociaciones, destacando que ahora «Europa cuenta con un diseño de mercado eléctrico socialmente justo que protegerá mejor a los ciudadanos, especialmente a los más vulnerables, con medidas que garantizarán precios asequibles para los ciudadanos y las empresas, y acelerarán la transición energética».

«Además, el Parlamento ha logrado un diseño de mercado que da un paso adelante en la democratización de la energía. El Parlamento ha sabido trabajar a la velocidad del rayo para lograr un acuerdo que dé respuestas a muchos de los fallos expuestos por la crisis energética y a las expectativas de los ciudadanos», ha manifestado.

La propuesta forma parte de una reforma más amplia del diseño del mercado de la electricidad de la UE, que también incluye un reglamento centrado en mejorar la protección contra la manipulación del mercado mediante una mejor supervisión y transparencia (REMIT), que los Veintisiete acordaron en junio.