Marruecos y Turquía enseñan los dientes al turismo español

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M. M.

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Para apoyar este argumento, los expertos de Caixabank Research utilizan datos de Eurocontrol, donde se observa un fuerte aumento de los vuelos a Marruecos y Turquía, «dos destinos con niveles de precios muy competitivos», apuntan los analistas.

En este éxito, la subida de los precios y la merma del poder adquisitivo de los turistas está siendo determinante. «La evolución favorable de los volúmenes turísticos de estos competidores se entiende particularmente en el contexto de bajadas de ingresos en términos reales en Europa en 2022 y 2023 a causa de la inflación. En otras palabras, la caída de los sueldos de los europeos es un factor que limitará el crecimiento del turismo en España de cara a finales de 2023 y 2024», recoge el informe de CaixaBank, que recuerda que, antes de la pandemia, Turquía, Túnez, Egipto y Marruecos empezaban a despuntar como grandes competidores de la industria turística española en el Mediterráneo.

Según los datos que maneja Destinia, las reservas de viajes a Marruecos han aumentado un 34% este verano respecto al pasado, lideradas sobre todo por los turistas franceses, con buenas conexiones hacia el país. «No pasa lo mismo con británicos y alemanes, para quienes es más complicado llegar», describe a este periódico el director general de Destinia, Ricardo Fernández.

El comienzo del repunte en las reservas en el vecino del sur «coincide con Canarias, por lo que sí que podría tener un efecto sustitutivo para el europeo por el precio, pero la conectividad es determinante», anota. Dibujando los posibles movimientos a cierre de año, el director general de la agencia apunta que los viajeros del norte de Europa se mueven en su mayoría con touroperadores, lo que puede hacer que incendios como los registrados en Grecia haga que les desvíen a países más económicos.

La de estos países es una competencia que, considera el sector turístico, debe servir para que España se diferencie. «Debemos mirar con atención a nuestros competidores, pero sobre todo hemos de centrarnos en revisar y reforzar nuestra propuesta de valor, buscando la desestacionalización, el turismo de calidad, y poniendo en valor atributos más allá del sol y la playa», resume en conversación con ABC el vicepresidente ejecutivo de la Confederación Española de Agencias de Viajes (Ceav), José Manuel Lastra.

A su juicio, sería interesante incluso establecer alianzas. «En el caso de Marruecos, además de competidor también puede ser un aliado, al tratarse de un país vecino con el que se pueden realizar acciones de promoción conjunta que atraigan a mercados de largo radio», apunta.

Las agencias de viajes resaltan que España «es potencia turística, y estamos habituados a la competencia de otros destinos que cada vez tienen un mayor desarrollo en el ámbito turístico, como es el caso de Turquía o Marruecos pero también de otros países mediterráneos». No obstante, recalca el vicepresidente de Ceav, «seguimos siendo optimistas de cara a la apuesta en valor de la industria turística, que cada vez aporta mayor cantidad y calidad a la economía y al empleo de nuestro país».

En una línea parecida se mueve el vicepresidente de la patronal Exceltur, José Luis Zoreda. «El reto o el miedo a que tengamos unos precios que supongan que otros países sean más competitivos es algo a tener en cuenta, pero no algo que nos deba condicionar la estrategia, porque nunca vamos a poder competir en precios», adelanta. Para Zoreda, España «ya no es rentable a segun qué niveles de precios; no solo para el hotel, sino desde el punto de vista país. Si pusiesemos en la ecuación lo que cuestan las carreteras, las telecomunicaciones... no sale rentable. Obsesionarnos con que Marruecos, Egipto o Túnez son más baratos no tiene sentido. Sí, su estrategia para captar clientes es esa, porque la seguridad país es percibida a nivel inferior, el ambiente, el estilo de vida... pero España puede y debe compensar precios más altos», asegura.

Creen los analistas de CaixaBank Research que la competencia por precio de estos países no es el único «factor limitante» del crecimiento turístico español. Apuntan, así, a la movilidad pospandemia. «Al levantarse las restricciones de viaje a lo largo de 2021 y 2022, el turismo se recuperó con fuerza, pero, en primera instancia, mostró preferencia por destinos relativamente cercanos. Actualmente, las salidas al extranjero y la elección de destinos de larga distancia están volviendo a ganar fuerza, lo que podría suponer un riesgo adicional para el sector turístico doméstico, que podría perder una parte de la demanda turística que ganó de manera extraordinaria a causa de la pérdida de movilidad internacional», describe el citado informe. ¿Será España capaz de despejar las nubes que se vislumbran tras el verano?