Trump no espera la llamada de China y le impone un arancel del 104% a partir de este miércoles
El presidente de EE.UU. también adelanta que está cerca de cerrar un acuerdo con Corea del Sur
Aranceles de Trump y Estados Unidos, en directo: reacción del Ibex 35 y las bolsas, caídas de las cotizaciones y última hora hoy

Las exportaciones de China a EE.UU. estarán sujetas a un arancel del 104% a partir de este miércoles, en la mayor escalada de la guerra comercial global desatada por Donald Trump la semana pasada. La Administración Trump confirmó que ese arancel descomunal entrará ... en vigor en la medianoche -seis de la mañana del miércoles en España-, después de que el gigante asiático no se aviniera a las exigencias del presidente de EE.UU.
Trump anunció la semana sus llamados aranceles 'recíprocos' a cerca de sesenta países a los que calificó de «grandes ofendedores». Entre otros, un 20% a la Unión Europea, o un 34% a China, que sería adicional sobre el 20% que ya sufren la mayoría de sus exportaciones actuales a EE.UU. China respondió con la misma moneda y anunció un arancel del 34% para las exportaciones estadounidenses al gigante asiático. Trump, que ya había amenazado con mano dura si los países afectados se atrevían a responder con aranceles, amenazó con un arancel adicional del 50%, que ahora ha sido confirmado. El arancel acumulado para cada producto chino que entre en EE.UU. será, a falta de un acuerdo de última hora, algo que nunca se puede descartar en la gestión de Trump, el 104%.
«Los países como China, que han elegido represalias, están cometiendo un error. El presidente Trump nunca cederá», dijo la portavoz del presidente, Karoline Leavitt, después de que se confirmaran esos aranceles al gran rival geoestratégico de EE.UU.
«China está desesperada por llegar a un acuerdo, pero no saben por dónde empezar», aseguró unas horas Trump en un mensaje en su red social. «Estamos esperando su llamada. ¡Ocurrirá!», dijo con confianza el multimillonario neoyorquino, en un mensaje con varios objetivos: por un lado, ofrecer algo de esperanza a los mercados, que desde el anuncio de la semana pasada de aranceles se han desplomado y han rebotado con la noticia de las negociaciones para alcanzar acuerdos; y, por otro lado, animar a Pekín a implicarse en negociaciones, algo que también interesa a Trump, ante la preocupación incomodidad en su Gobierno y entre sus aliados sobre el impacto de su política comercial, con la amenaza de que desate una recesión global.
«Los países como China, que han elegido represalias, están cometiendo un error. El presidente Trump nunca cederá», dijo la portavoz del presidente, Karoline Leavitt, al confirmar que esos aranceles muy altos contra el gigante asiático entrarían en vigor «esta noche».
«China está desesperada por llegar a un acuerdo, pero no saben por dónde empezar», aseguró unas horas Trump en un mensaje en su red social. «Estamos esperando su llamada. ¡Ocurrirá!», dijo con confianza el multimillonario neoyorquino, en un mensaje con varios objetivos: por un lado, ofrecer algo de esperanza a los mercados, que desde el anuncio de la semana pasada de aranceles se han desplomado y han rebotado con la noticia de las negociaciones para alcanzar acuerdos; y, por otro lado, animar a Pekín a implicarse en negociaciones, algo que también interesa a Trump, ante la preocupación incomodidad en su Gobierno y entre sus aliados sobre el impacto de su política comercial, con la amenaza de que desate una recesión global.
«El presidente me ha pedido que os diga que si China le contacta para llegar a un acuerdo, él será increíblemente benévolo», añadió Leavitt en rueda de prensa, en una demostración de que rebajar la escalada también está en el interés de EE.UU., pese a que ambos países busquen posiciones de fuerza.
Esa llamada, de momento, no se había producido y la posición de China seguía siendo la que exteriorizó su Gobierno este mismo martes. «La amenaza de EE.UU. de aumentar los aranceles contra China es un error añadido a otro error», dijo el Ministerio de Comercio chino en un comunicado este martes. «China nunca lo aceptará. Si EE.UU. insiste en esto, China luchará hasta el final». La realidad es que el gigante asiático tiene peores cartas que EE.UU.: sus exportaciones a EE.UU. son de unos 440.000 millones de dólares al año, mientras que los bienes que importa desde allí son solo de unos 150.000 millones.
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