Trabajo ofrece retrasar la rebaja de jornada y ahora rectifica

«Seguimos trabajando en la mesa de diálogo social. Queremos que se trabaje menos para vivir mejor», agregaba el secretario de Estado.

Las declaraciones de Pérez Rey, sin embargo, contradicen la versión de los sindicatos, que afirmaban anoche en la mesa de diálogo social se puso sobre la mesa aplicar la reducción de 37,5 horas a partir de 2026 y aplicar en 2025 una semana laboral de 38,5 horas.

En concreto, la responsable de Acción Sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente, trasladaba tras la reunión de sindicatos, Trabajo, y patronal, «por mucha prisa que nos demos en el proceso de negociación, falta un trámite parlamentario, que si conseguimos que sus señorías se pongan del lado de la ciudadanía y voten a favor de la reducción, será un trámite corto, pero también podemos situarnos en una posición distinta y el procedimiento puede ser un poquito más largo».

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Es decir, adelantaba que la tramitación parlamentaria pospondrá la jornada de 37,5 horas semanales a 2026 y la de 38,5 horas a 2025, lo que supondría retrasar un año los planes del Gobierno.

Trabajo está en busca de un acuerdo tripartito que incluya a los principales sindicatos y a la patronal, pero, a pesar de la posible flexibilización de los plazos, la vicepresidenta -Yolanda Díaz- no conseguía convencer ayer a las empresas. Como ya contaba ayer este periódico la comisión de Trabajo de la CEOE ha rechazado de forma tajante las propuestas del Gobierno tras la negativa de sus más de 200 miembros, que no comparten la idea de una reducción de jornada sin recorte salarial.

El rechazo de las empresas, sin embargo, no ha frenado a los sindicatos, que reclaman a Díaz que legisle, con o sin acuerdo en el diálogo social. De hecho, este jueves, UGT y CC.OO. se manifestarán en toda España, delante de las sedes de la patronal de todas las capitales de provincia frente a la «inacción» de los empresarios y para exigir que se sumen al acuerdo para reducir la jornada, con el argumento de que «la inmensa mayoría de los ciudadanos quiere vivir mejor y eso redundará desde el punto de vista de la eficacia económica y de la creación de empleo», aseguró Pepe Álvarez, secretario general de UGT.

Para incluir la rebaja de la semana laboral en la ley, Yolanda Díaz necesitaría los apoyos parlamentarios de sus socios. Los apoyos, sin embargo, no están nada claros, sobre todo por las reticencias de Junts, cuyos votos pueden ser determinantes para que la medida prospere.

El sí del PNV tampoco está claro, aunque Díaz cree que no habrá problemas con el partido nacionalista después de ceder a una de sus peticiones históricas: la prevalencia de los convenios autonómicos sobre los de ámbito nacional. Por su parte, Podemos considera la iniciativa poco ambiciosa y ERC ha advertido que no apoyará la rebaja si no limita el trabajo nocturno y los turnos rotatorios.