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FORO ABC EMPRESA

Tecnología de simulación para mejorar el mundo real

En un encuentro organizado con Grupo Oesía se detallaron las oportunidades que abren unas soluciones claves para sectores como la sanidad o la industria 4.0

Gemelos digitales: la inteligencia artificial que busca que el ser humano sea inmortal

De izquierda a derecha: Carlos Pérez (asesor Grupo Oesía), Emilia Condés (Universidad Europea), Enrique J. Gómez Aguilera, (Universidad Politécnica de Madrid y Sociedad Española de Ingeniería Biomédica) y Juan José Pérez Blanco (Sandoz) ernesto agudo

El foro 'Explorando el poder transformador de la Tecnología de Simulación', celebrado por ABC y Grupo Oesía el 30 de octubre, abordó la tecnología de simulación, con especial énfasis en lo que supone para la medicina, pero sin olvidar sus usos en Industria 4.0, Defensa, etc. Aplicaciones de interés público en tiempos de IA, de Big Data, de 5G, de cuántica, de fotónica, de metaverso… y de especial preocupación por la privacidad y por la ciberseguridad. Recreaciones de la realidad que pueden llegar a ser decisivas en la actividad profesional y, por lo tanto, para la sociedad.

El encuentro contó con la participación de Carlos Pérez, asesor tecnológico en Simulación para Grupo Oesía (oficial en excedencia del Ejército del Aire y el Espacio, piloto de combate con cerca de 2.000 horas de vuelo); Emilia Condés, dra. en Medicina, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y vicedecana de Medicina en la Universidad Europea; Enrique J. Gómez Aguilera, catedrático del departamento de Tecnología Fotónica y Bioingeniería de la Universidad Politécnica de Madrid y presidente de la Sociedad Española de Ingeniería Biomédica, y Juan José Pérez Blanco, health lead en Sandoz (es además, docente y presidente de la Comisión de Ingeniería Médica y Sanitaria del COIIM).

Transformación

Pérez, que ha dedicado los últimos diez años a liderar, investigar y desarrollar la simulación en diferentes ámbitos y empresas, destacó cómo nos encontramos en un momento clave de transformación, «en torno a tres ejes fundamentales respecto a la simulación tradicional. Por un lado, el grado de inmersión (las realidades Aumentada y Virtual están transformando las capacidades de la industria); la Inteligencia Artificial, casi simbiótica con la simulación (con enorme tráfico de datos), y el reto tecnológico de gestionar tanta capacidad de computación».

Desde el principio, Condés quiso introducir el 'factor humano': «En esta transformación exponencial, que permite trabajar en entornos de simulación inimaginables hace años, se requiere también una transformación ética y legal. Que se comprenda lo que supone esta tecnología y que se sepa aplicar, también bajo criterios de 'inteligencia emocional'». Actividad para la que, como subrayó Gómez Aguilera, «tenemos centros específicos para hacer esta necesaria transferencia, pero necesitamos que el tejido industrial esté preparado para adoptarlo, y liderar así esta adopción en el ámbito europeo. Destacó, por otra parte, la relevancia de la ingeniería biomédica en la medicina del futuro y, en concreto, en la simulación médica, porque tenemos en España mucha experiencia en este ámbito de investigación e innovación tecnológica sanitaria».

Como apuntó Pérez Blanco, la colaboración público-privada es esencial para que todo este tipo de desarrollos sean, de verdad, eficientes: «En el caso de los hospitales, se necesitan recorridos formativos, por ejemplo, en la etapa MIR, no aprender sólo con los pacientes. Se necesitan medios y personal cualificado para manejar esta tecnología, formar instructores. Ya debe formar parte de la cultura de los hospitales». Como se comentó en el encuentro, la tecnología de simulación puede abarcar, en el caso médico, en un mundo 'phygital' (físico-digital) desde un maniquí con unas vías aéreas especiales a la última tecnología en simulación quirúrgica.

Hoja de ruta

Condés, por su parte, señaló los convenios de colaboración (la Europea cuenta en sus instalaciones con el 'Hospital Simulado') con «hospitales públicos, en los que ambas partes ganan, ya que ponemos tecnología a su disposición. Hay que ser conscientes de que existe una orden ministerial donde se protege la identidad del paciente (antes de tocar a un paciente, tiene que haber simulación)». Casos de uso, y de éxito, a los que Pérez añade una 'hoja de ruta' para una mejor transferencia a la sociedad: «Hay que identificar las necesidades y promover la hiperespecialización, además de favorecer el retorno de la inversión (grandes ideas-rentabilidad-transformación). Así sucede en ámbitos como es el de la defensa, donde se está buscando un modelo de 'campeón nacional' que coordine y ordene capacidades, en el que se optimiza cada euro. Hay que ser responsables».

Pérez Blanco señaló lo conseguido con «la creación de la plataforma del Centro de Entrenamiento y Simulación Clínica del Hospital de la Paz. Se autofinancia la plataforma con la contribución de las empresas privadas… algo que ha costado mucho poner en marcha desde la organización administrativa. Un esfuerzo tremendo que debe convertirse en natural». Y en casos, como destacó Gómez Aguilera (además de los proyectos europeos Easier y Mireia): «Como la experiencia con el trabajo con el Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón de Cáceres, para mejorar en tiempos de intervención, recuperación, etc. que incluye, entre otros aspectos, validaciones de estrés». Una nueva evidencia de la confluencia entre disrupción tecnológica y factor humano.

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