La sostenibilidad social y ambiental busca su silla en los consejos de administración

La necesidad de alinear la estrategia de la empresa con los criterios ESG comienza a abrir la puerta de los máximos órganos de gobierno a profesionales especializados

La conexión con la sociedad como punto de partida del negocio

Las empresas más grandes están creando comisiones específicas de sostenibilidad ABC

Las empresas españolas van incorporando los aspectos ambientales, sociales y de buen gobierno en su estrategia y gestión y, de forma todavía incipiente, vemos cómo la sostenibilidad se está también integrando en los consejos de administración. Tal y como resaltan desde Forética, el modelo ... de gobernanza de las compañías está siendo objeto de revisión desde diversos ángulos. Reguladores, inversores y los propios consejos están redefiniendo la responsabilidad beneficiaria de los consejeros para integrar competencias más allá de las definidas por los marcos de buen gobierno tradicionales.

Las empresas y sus líderes tienen que ser capaces de medir su impacto en los empleados, los clientes, los proveedores y las comunidades en las que operan para poder respaldar la relevancia de lo social y hacer tangible su retorno. «Precisamente por eso los asuntos ESG han entrado en la agenda de los consejos y lo han hecho de una manera consistente y continuada», resalta Ana Sainz, directora general de la Fundación Seres. Indica que en los últimos años la agenda social ha girado en torno al liderazgo responsable, las iniciativas para acelerar la recuperación con modelos más inclusivos, el nuevo paradigma en el que el compromiso empresarial es un elemento primordial para los inversores en todo el mundo y herramientas que permiten comparar el impacto de las empresas.

Hoy en día es más necesario que nunca el líder responsable en las compañías y en sus consejos. «Un líder capaz de retomar la actividad económica y hacerlo sin dejar a nadie atrás, ser parte del cambio, del nuevo escenario, esquivar inercias y combinar largo y corto plazo», explica Sainz. Y además, «que aplique una visión a largo plazo guiada por el propósito, algo muy necesario para las organizaciones en tiempos de disrupción y gran velocidad como los actuales», añade.

Precisamente el informe 'El ámbito social de ESG. Guía para la Alta Dirección y el Consejo de Administración', elaborado por la Fundación Seres y PwC, aborda por qué es importante integrar los aspectos sociales de ESG en la toma de decisiones, en qué ámbitos deben poner el foco las compañías y cómo desarrollar un plan integrado de compromiso social.

Este documento propone «un plan integrado de compromiso social que asegure que se está poniendo el foco adecuado en los aspectos sociales», explica la directora general de la Fundación Seres. Para ello, hace hincapié en que la empresa debe tener un entendimiento adecuado de cuáles son los aspectos sociales más relevantes para la industria y entorno en los que actúa. «De esta manera, los asuntos sociales estarán vinculados con la estrategia empresarial, incorporando en la misma objetivos sociales alineados con los objetivos de negocio», resalta. También pone de relieve la importancia de disponer de métricas adecuadas que permitan monitorizar la situación y su evolución; disponer de los recursos adecuados, humanos y tecnológicos, y adecuar el perfil y funcionamiento de los consejos para incorporar los temas sociales.

Ana Sainz tiene claro que «solo seremos capaces de construir un nuevo mañana gracias a una empresa basada en la gestión responsable, la actuación con propósito y el compromiso empresarial conectado con los retos sociales». Y recuerda que no se debe olvidar que la pandemia ha dejado aprendizajes como la necesidad de aplicar una visión a largo plazo, un liderazgo responsable y entenderlo como factores estratégicos en las compañías.

Pablo Bascones, socio responsable de Sostenibilidad en PwC, señala que no existe un modelo único para integrar la sostenibilidad en el consejo. «Se puede aprovechar una comisión ya existente (Comisión de Auditoría, Comisión de Remuneraciones…) o reforzar aún más la presencia de la sostenibilidad, creando una comisión específica que asuma estas funciones como ocurre en aquellas entidades que cuentan con una comisión de sostenibilidad», resalta. Dicho esto, la creciente carga de tareas que vienen asumiendo las comisiones obligatorias «ha dado lugar a que las empresas más grandes estén comenzando a desarrollar comisiones específicas de sostenibilidad», añade.

Considera además que «resulta útil alinear las retribuciones de los consejeros a la consecución de objetivos de sostenibilidad». La clave para lograr un impacto real es hacerlo en un porcentaje significativo y que estos objetivos estén marcados por la estrategia, «definiendo indicadores vinculados a métricas previamente definidas y que puedan ser medidos de forma consistente en el tiempo», puntualiza.

Si bien no existe un modelo único viable, Bascones cree que la sostenibilidad debe estar representada en el consejo con al menos un consejero con experiencia y formación en la materia, «y todos los consejeros deben tener una formación mínima en la materia, integrando la sostenibilidad en el perfil de todos los componentes del consejo, de la misma forma que ocurre con otras materias como la financiera». En este sentido, es imprescindible dotar a consejeros y directivos de los recursos, la formación y las capacidades necesarias en materia de sostenibilidad para tomar las mejores decisiones. «La inclusión de aspectos de sostenibilidad en los programas de gestión y desarrollo del talento es esencial, tanto en programas de formación interna de consejeros y directivos como en otros programas ejecutivos», puntualiza.

Formación

Desde la Asociación Española de Directivos (AED), su director, Xavier Gangonells, recuerda que las siglas ESG cubren un amplio rango de actividades empresariales, que van del ámbito de la sostenibilidad al de la responsabilidad social, pasando por la buena gobernanza. «Lógicamente, siendo tres áreas de gran relevancia en la estrategia de cualquier compañía, es imprescindible que las empresas cuenten en sus equipos directivos, y también en el consejo de administración, con personas con las competencias necesarias para asumir los retos que un buen desempeño en estas áreas supone», subraya.

Asimismo, acorde con el creciente impacto regulatorio de las algunas empresas en términos del cumplimiento de obligaciones en estos ámbitos, «el equipo de compliance es responsable de asegurar que la compañía hace sus deberes, en cada caso acorde al marco legal vigente que le compete», indica Gangonells. Y cree que más allá de contar con personas expertas en la materia, dado el peso que han ganado todos los asuntos sociales y ambientales en las compañías, «se hace necesario que tanto el consejo como el comité de Dirección estén al día de las novedades regulatorias y del mercado en esta materia y entiendan la valoración que realizan los inversores y analistas de ESG para determinar las oportunidades».

La AED ve un aumento en la demanda de esos expertos por la creciente importancia de estas materias en la estrategia de las empresas. «No obstante, la oferta de expertos es limitada, dado que es un ámbito relativamente nuevo y que se encuentra en constante evolución, por lo que aún no se ha desarrollado un grupo numeroso de expertos», resalta. Al ser un campo multidisciplinar, «es todo un reto encontrar a expertos que sean especialistas en campos tan distintos como pueden ser los aspectos sociales o medioambientales», puntualiza,

Por ese motivo es especialmente significativo el proceso de 'reskilling' y 'upskilling' que muchos profesionales han llevado a cabo en los últimos años «por lo que no hay una restricción severa en el mercado en cuanto a conocimientos, pero sí en cuanto a experiencia, puesto que se trata de áreas cuya importancia se ha acentuado de forma relativamente reciente». Cabe señalar que, en general, los equipos directivos, de forma transversal, han ido adquiriendo cada día más competencias en las materias ESG. Ello ocurre porque la correcta asunción de estos retos no afecta aisladamente a un área concreta de la compañía, sino que tienen un impacto a lo largo y ancho de toda la organización.

La AED recuerda también que si bien los consejos procuran cumplir con una matriz de competencias acorde con los retos de la empresa, a partir de la complementariedad de perfiles de sus consejeros, «estos deben tener un importante grado de transversalidad en sus conocimientos y experiencias, para poder aportar valor en cada una de las decisiones que el consejo debe adoptar, y no sólo en un área concreta», afirma su director.

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