El socio del avión de Correos le exige 38 millones de euros en gastos

Las condiciones del contrato piloto formalizado entre Correos e Iberojet para hacer despegar este servicio, a las que ha tenido acceso este diario, preveían que sería el operador postal público propiedad del holding industrial del Estado SEPI el que asumiría todos los gastos operativos derivados del proyecto en tanto que Iberojet se responsabilizaba de poner a disposición de Correos Cargo las naves y las rutas necesarias para garantizar su operatividad.

Entre los costes que asumió Correos en virtud de este contrato figura, por ejemplo, la adaptación como avión de mercancías de los dos aviones de pasajeros modelo Airbus A330 que Iberojet tuvo que habilitar para Correos Cargo con un coste estimado de nueve millones de euros, pero también otros asociados el incremento de frecuencias que hubo que negociar para evitar incumplir los compromisos previos adquiridos con los proveedores y que se tradujeron en pérdidas de 200.000 euros por frecuencia en los servicios prestados entre Madrid y Hong Kong.

Ávoris ha pasado la factura a Correos después de que el operador público decidiera romper la vinculación contractual entre ambas compañías un año después del inicio de la misma tras las múltiples problemas operativos que sufrió Correos Cargo.

Fuentes no oficiales del operador postal aseguran que Correos ha barajado la posibilidad de demandar a Ávoris por los supuestos incumplimientos contractuales en que habría incurrido durante el desarrollo del proyecto. De momento desde Correos lo único que se ha dicho de manera oficial es que se tomarán todas las medidas que sean necesarias para defender sus intereses en este contrato.

El proyecto de Correos Cargo ha sido en los últimos años una de las grandes apuestas del presidente de la empresa, Juan Manuel Serrano, con el objetivo de realizar transportes de mercancías a gran escala entre España y Asia o Latinoamérica. Aunque el proyecto se anunció en enero de 2022, no fue hasta mayo de ese año cuando el Milana Bonita, como se bautizó al Airbus A33-200, comenzó con las rutas a Hong Kong. Fue en diciembre cuando Correos envió un burofax a Iberojet comunicándole que no seguía con el contrato, por lo que el proyecto piloto quedó roto apenas un año después de su puesta en marcha. No obstante, y como se desprende de esta factura recién girada, el contrato todavía no está saldado, lo que complica la situación financiera de la compañía pública de mensajería.

La reclamación planteada por Ávoris amenaza con abrir aún más el agujero de las cuentas de Correos por el ejercicio de 2022. La compañía aún no hecho públicas sus cuentas del ejercicio del año pasado, pese a haberlas formulado hace más de dos meses, pero diversas fuentes cercanas a la empresa pública estiman en una cuantía de unos 200 millones de euros los números rojos en que habría incurrido el último ejercicio.

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Pese a ello, la empresa no ha cejado en su empeño de continuar con el proyecto del transporte de mercancías. De hecho, como contó este periódico, Correos ha estado recientemente en conversaciones con Airbus para explorar las opciones de disponer de aeronaves para volver a poner en marcha su servicio.

No es la factura del contrato con Ávoris la única que puede complicar la situación contable de la compañía. En los últimos días, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha exigido a Correos que cambie aspectos de su contabilidad y corrija las cuentas presentadas desde el ejercicio 2016.

En concreto, el regulador ha pedido al operador postal que deje de considerar las notificaciones administrativas como cartas certificadas, que sí están dentro del Servicio Postal Universal (SPU), por el cual la empresa recibe una compensación por parte del Gobierno. La CNMC ha pedido a la empresa que corrija «la incidencia» en sus cuentas de 2021 y que presente también los resultados corregidos de los ejercicios 2016, 2017, 2018, 2019 y 2020.