Los sindicatos contactan con Díaz y Escrivá frente al ERE en Vodafone y convocan huelgas en toda España

Los representantes de los trabajadores ya mostraron este 18 de junio su rechazo a la propuesta de ERE planteada por Zegona para 1.200 empleados, que contemplaba una indemnización de 24 días por año trabajado y un tope de 14 mensualidades. Las posiciones entre las partes están muy alejadas, según los sindicatos, y por ello juegan desde ya con sus armas de presión.

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Daniel Caballero

Lo cierto es que los sindicatos culpan al Gobierno de que se haya llegado a esta situación ya que el propio Ejecutivo tuvo que autorizar la compra de Vodafone España por parte de Zegona por 5.000 millones de euros. En ese momento, La Moncloa no impuso al fondo británico ninguna condición de mantener el empleo, como sí ha hecho en otras operaciones. «Seguimos sin entender las causas que alegan. Suponemos que ellos conocían la situación de la empresa cuando la compraron», lamentaban desde Comisiones Obreras.

Más allá de presionar desde el lado del Gobierno para que traten de intervenir en el proceso de ERE, los sindicatos han optado también por convocar ya concentraciones masivas por toda España. Habrá movilizaciones de los trabajadores en Madrid el día 9 de julio a las puertas del Ministerio de Transformación Digital y el día 11 de julio en el Ministerio de Trabajo. También se concentrarán ante las sedes provinciales de la compañía durante las dos primeras semanas de julio.

Asimismo, como ha confirmado ABC, ya se ha tramitado ante la Dirección General de Trabajo la notificación de huelgas en varios días durante el mes de julio. Se harán paros de dos horas los días 2, 3, 4, 10, 16 y 17 de julio de 2024 entre las 10:00 y las 12:00 horas de la mañana. En los días 9 y 11 de julio la huelga será de todo el día. Están convocados todos los trabajadores de Vodafone España.

Vodafone España, al momento de comunicar el inicio del expediente, justificó su decisión en la necesidad de garantizar la viabilidad de la empresa. «Dicho procedimiento surge desde el convencimiento de que es la única fórmula para garantizar la viabilidad y competitividad de la empresa a futuro y se aborda con una actitud responsable y dialogante, desde la operadora, y con la voluntad de alcanzar el mejor acuerdo posible para todas las partes», señaló en un comunicado.

Achaca la decisión a «razones económicas, productivas y organizativas, determinadas por el fuerte deterioro financiero y comercial. La compañía ha disminuido sus ingresos totales en un 8% y ha perdido aproximadamente 400.000 clientes de contrato en los dos últimos años. También se debe a la necesidad urgente de efectuar un cambio organizativo y operativo, con el objetivo de redimensionar la organización para adaptarse a la nueva realidad de mercado y recuperar la competitividad».