Ed Sheeran y el futuro de la industria de la música
Esta semana se inició en Nueva York un juicio por el supuesto plagio que habría cometido con su canción 'Thinking Out Loud'. El pleito inclinará la balanza entre los que piensan que la simple coincidencia no basta y los que tienen una visión más estricta
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Desde el martes pasado, la industria musical está pendiente de un tribunal federal de Nueva York donde el cantante Ed Sheeran (Halifax, 1991) ha sido demandado por plagio. La acusación la forman los herederos y familiares de Ed Townsend, quien coescribió junto a Marvin ... Gaye la canción 'Let's Get it On' difundida en 1973. Los demandantes afirman que Sheeran la plagió en su tema 'Thinking Out Loud' con el que ganó un Grammy en 2016, dos años después de su lanzamiento. Este es el segundo juicio por plagio al que se enfrenta el cantante británico en menos de un año. En junio de 2022 ganó un pleito en torno a su canción 'Shape of You' que fue denunciada por plagio por dos músicos que fueron condenados a pagar los costes judiciales, más de un millón de dólares. Pero en 2017, Sheeran tuvo que llegar a un acuerdo con los dos compositores de la canción 'Amazing' porque su éxito 'Photograph' tenía 39 notas coincidentes en su estribillo. Se desconoce el monto de la indemnización pagada por Sheeran, pero desde entonces los autores de 'Amazing' figuran en los créditos de 'Photograph', lo que les permite cobrar un porcentaje de los derechos de reproducción. Los expertos legales, sin embargo, subrayan que esto no significa la admisión de un plagio, sino que sólo hubo un acuerdo para evitar llegar a un juicio.
Las disputas por derechos de autor han existido desde que la música pop se convirtió en un negocio. Sin embargo, hay dos hechos que han confluido en un aumento acelerado de la litigiosidad: por una parte, el éxito del 'streaming' que ha provocado el desembarco de importantes inversionistas institucionales que han decidido comprar derechos musicales (Universal Music Group pagó 400 millones de dólares a Bob Dylan por 600 canciones en 2020 y Neil Young vendió el 50% de sus derechos a Hipnosis Song Fund por 122 millones), lo que los ha revalorizado, y el resultado de un pleito de 2015 donde un jurado estadounidense le dio la razón a los herederos de Marvin Gaye que habían denunciado a Robin Thicke y Pharrell Williams por plagiar el tema 'Got to Give It Up' en su éxito 'Blurred Lines'.
Thicke y Williams fueron condenados a indemnizar con 5 millones de dólares a los herederos de Gaye. El caso todavía está pendiente de apelación, pero si se confirma sentaría un precedente que resulta muy chocante para expertos legales y músicos que creían que los autores de 'Blurred Lines' habían utilizado elementos musicales básicos (acordes, armonías y patrones rítmicos) que formaban parte del dominio público. Un grupo de expertos sostienen que, de confirmarse, el fallo «privatizará» elementos básicos de la composición musical.
En 2020 se produjo otro fallo que parecía que iba a establecer un nuevo equilibrio. La canción cuestionada era nada menos que 'Stairway to Heaven' de Led Zeppelin. Los demandantes decían que su famosa introducción de 52 segundos era una copia de 'Taurus', un tema mucho menos conocido del guitarrista Randy Wolfe. Los abogados del grupo argumentaron que las canciones sólo tenían en común una progresión de acordes y una escala descendente, dos elementos demasiado básicos para estar protegidos por derechos de autor. Un experto musical de los acusados dijo que patrones parecidos figuran en la música desde hace más de 300 años. Incluso un informe del Departamento de Justicia de EE.UU. salió en defensa de la banda británica.
La similitud entre el caso de Led Zeppelin y el de Sheeran (la impugnación de 'Thinking Out Loud' se basa en cuatro acordes en patrón ascendente, aunque el segundo no es exactamente igual) es lo que ha atraído tanto interés en lo que pueda suceder en el tribunal de Nueva York.
Tras su victoria judicial el año pasado, donde el juez británico le dio la razón al señalar que hay tantos elementos básicos comunes en la música pop moderna que un plagio debe sustentarse sobre algo más que una mera coincidencia, Sheeran declaró: «Siento que acusaciones como esta se han vuelto demasiado comunes y se han convertido en un hábito en el que se presenta una reclamación con la idea de que un acuerdo extrajudicial será más barato que ir a los tribunales, incluso si no hay base para tal acusación... Es muy perjudicial para la industria de la composición de canciones. Hay tantas notas y muy pocos acordes utilizados en la música pop. Es muy probable que ocurra una coincidencia si se lanzan 60.000 canciones todos los días en Spotify».
«No quiero minimizar nada del sufrimiento de este caso por ambos lados, pero quiero decir que no soy una institución, no soy una corporación. Soy un ser humano, soy padre, soy un esposo, soy un hijo. Las demandas no son una experiencia agradable y espero que con este fallo en el futuro se puedan evitar afirmaciones sin fundamento como esta», añadió.
Menos de un año después, Sheeran ha tenido que ir a Nueva York a comparecer ante el juez. La acusación dijo que la mayor prueba de cargo (se refirió a ella como «una confesión») es un vídeo donde Sheeran aparece tocando un popurrí en el que justamente pasa de 'Thinking Out Loud' a 'Let's Get it On'. El cantante aprovechó su respuesta para remachar con su tesis: «La mayoría de las canciones pop pueden encajar con la mayoría de las canciones pop».