La SEPI pidió a Air Europa poner como garantía de su rescate a 8 firmas de Globalia e hipotecar sus sedes de Madrid y Palma tras romperse la venta a Iberia

En un hecho posterior fechado a 25 de febrero de 2022, el conocido como fondo de rescate para empresas estratégicas, pide a Air Europa que proceda a añadir como garantes del contrato «de manera inmediata» a ocho empresas de Globalia, entre ellas la de servicio de 'handling', la de operaciones de carga y la que contiene y gestiona los activos inmobiliarios del grupo. En concreto, la lista la componen las siguientes sociedades: Groundforce cargo, Globalia Call Center, Globalia Sistemas y Comunicaciones, Globalia Handling, Globalia Artes Gráficas, Iberhandling, Globalia Mantenimiento Aeronáutico, y Globalia Activos Inmobiliarios.

Pero la petición fue más allá. En el mismo hecho posterior, la SEPI pide que se constituya la promesa de derecho real de hipoteca «en garantía de las obligaciones garantizadas sobre las fincas relativas a las sedes sociales del Grupo Globalia en Pozuelo y Palma de Mallorca». Es decir, le exigió hipotecar los dos cuarteles generales del imperio Hidalgo.

Por último, la empresa pública requirió a Air Europa que aportara otros activos ya fueran sociedades filiales o relacionadas para determinar el eventual requerimiento de constitución de promesa de garantía sobre los mismos, «y en cuantía suficiente para cubrir las obligaciones previstas en el citado contrato». Por lo que podrían haberse sumado más empresas.

Según se define en el documento del Fasee a las que ha tenido acceso este periódico, esta petición vino requerida tras truncarse el contrato de compraventa de Iberia sobre Air Europa en diciembre de 2021 (una fusión que ahora vive una segunda etapa). Algo que se catapultó por no recibir la operación el visto bueno de Bruselas al entender que la adquisición de IAG producía monopolio en algunas rutas aéreas, además de por el cambio de pretensiones económicas de ambas compañías tras la crisis de la pandemia.

Pero el pretexto de la adquisición por parte de Iberia fue fundamental para la llegada del rescate a la empresa que preside Juan José Hidalgo. De hecho, el acuerdo de financiación con el Gobierno estaba sujeto al cierre de la operación en un plazo de seis meses desde la llegada de los 475 millones a la compañía. Un contrato que se firmó el 11 de noviembre de 2020 como así hace constatar la SEPI.

¿Pero llegaron la SEPI y Air Europa a añadir estas garantías al contrato? Ninguna de las dos partes lo confirma a este periódico. Por un lado, a la llamada de ABC, la SEPI se respalda en la confidencialidad de la información relativa al Fasee para no dar respuesta sobre el asunto. Mientras que desde Globalia todavía no han contestado al requerimiento efectuado por ABC.

Sí que se han pronunciado fuentes cercanas al grupo mallorquín, que aseguran que estas garantías no acabaron añadiéndose al contrato de financiación, tras llegar a buen puerto las negociaciones con el fondo de rescate para empresas estratégicas. «Entendieron que los avales ya aportados eran suficientes para cubrir el préstamo» explican estos informantes. Pero esta posibilidad no consta en las memorias del fondo de rescate, así como tampoco la salida de Valentín Lago y la entrada de Jesús Nuño de la Rosa como consejero delegado de la empresa.

Lo que sí queda patente en el documento es el visto bueno de la SEPI a la llegada del préstamo participativo de 100 millones por parte de Iberia negociado en marzo, que posteriormente la filial de IAG podrá canjear por el 20% del capital de Air Europa, algo que se espera que ocurra antes de final de año.

Además, con este acuerdo Iberia se garantiza la exclusiva para negociar la adquisición de Air Europa durante un año y dos más de derecho de tanteo ante la llegada de otra posible oferta por la aerolínea de Hidalgo. En todo caso, la compañía que dirige Javier Sánchez-Prieto espera completar esta fusión antes del cierre de 2023, según estimó el propio CEO de Iberia hace pocas semanas.

Con todo, la situación financiera de Globalia sigue siendo delicada tras dos años de pandemia que han dejado K.O. al sector turístico. Como ya contó este periódico, la compañía busca comprador para su cadena hotelera Be Live por la que en un principio espera ingresar 500 millones, aunque este importe sigue siendo desmesurado para los interesados.