El sector público sube al 3,3% su participación en la Bolsa española, más de 22.800 millones

La cifra sube una décima en comparación con el año anterior y un 0,4% más que en 2018 cuando Sánchez llegó a La Moncloa. Sin embargo, estos datos todavía no incluyen la compra del 10% de Telefónica por parte de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que se hizo efectiva ya en 2024, por lo que lo más probable es que este año vuelva a elevar la cuota del sector público.

Tal y como cuenta el operador de mercados en su informe, los sucesivos procesos de salida a Bolsa y las privatizaciones de grandes empresas públicas a finales de los años 90 provocaron una gran reducción de la participación de las Administraciones Públicas en las empresas cotizadas españolas. «Si en 1992 esta participación llegó a ser del 16,6%, a finales de 1998 bajó hasta el 0,6% como consecuencia de la colocación a través del mercado bursátil de acciones, que pasaron a manos de multitud de accionistas tanto individuales como institucionales, nacionales y extranjeros», relata el informe.

Durante más de una década, la participación del sector público se mantuvo en niveles anecdóticos, hasta que en 2013 repuntó al 2,3% por la crisis bancaria. Entonces, Bankia se nacionalizó y otras entidades recibieron ayudas. «En la actualidad, esa participación en la antigua Bankia se ha transformado en una participación del 16,1% en el capital de CaixaBank, tras la fusión de esta entidad con Bankia. Esa participación tenía un valor de 4.768 millones de euros al cierre del año 2023«, traslada el informe.

Además del FROB, la participación estatal en los mercados se realiza a través de la SEPI. El organismo participa de forma directa en 14 empresas españolas, entre las que se encuentran Correos, EFE y Navantia, entre otras. Además, la SEPI cuenta con acciones de otras diez compañías entre las que se encuentran Enagás (5%), Hispasat (un 7,41%), Redeia (un 20%) o Indra (un 27, 99%). A esta última lista ahora también se suma la participación en Telefónica del 10%.

«El año 2023 ha sido de calma tensa en la estructura accionarial de las empresas cotizadas españolas, a la espera de cambios más significativos que ya se están produciendo en los primeros meses de 2024 y tendrán impacto en los datos de cierre del año. Son operaciones como la entrada en Telefónica del Estado español, el aumento de las participaciones industriales de Criteria Caixa o el gran número de Ofertas Públicas de Adquisición (OPAs) que se están produciendo en la Bolsa española y que pueden afectar a la estructura accionarias de grandes compañías», advierte el operador de la Bolsa española.

Además del incremento en participación del sector público, BME destaca que, a cierre de 2023, el 49% de la Bolsa española era propiedad de inversores internacionales. La proporción es 1,3 puntos menor que la de 2022, cuando los extranjeros alcanzaron la cifra histórica del 50,3%. En este sentido, el organismo señala que cotizar en Bolsa supone «un atractivo para el inversor internacional» ya que los inversores extranjeros poseen un 48,7% de las empresas cotizadas, frente a un 25% de las no cotizadas.

En esta categoría, agrega BME, adquieren un peso creciente los fondos soberanos como el de noruega, que a cierre de 2023 tenía una participación próxima a los 12.500 millones de euros en la Bolsa española, el catarí QIA (7.100 millones), el GPIF de Japón (cerca de 3.200 millones) o el Fondo Soberano de Singapur, GIC (1.600 millones). En cuanto a las grandes gestoras internacionales, destacan, entre otras, BlackRock que posee 30.600 millones de euros en cotizadas españolas, Vanguard Group con más de 21.800 millones, o Fidelity con casi 9.500 millones.

El resto de participación en Bolsa se divide entre familias, empresas no financieras, bancos y cajas de ahorro e Instituciones de Inversión Colectiva.

La participación de las familias también crece en los mercados en 2023 y alcanza el 16,4%. De este, un 12,5% pertenece a empresas cotizadas, lo que supone una cifra de 2,4 millones de familias, según las cifras de la última Encuesta Financiera de las Familias, elaborada por el Banco de España. Aunque el acumulado de activos financieros en manos de hogares españoles alcanzaron los 2,83 billones de euros, un 5,8% más respecto de 2022 y un crecimiento del 40% respecto de hace una década, sigue manteniendo una elevada concentración en depósitos bancarios.

Por último, concluye el informe, las empresas no financieras controlan el 21,9% de la Bolsa española, nueve décimas más que hace un año y récord de nueve años; los bancos y cajas de ahorro alcanzan una participación del 3,5% tras un rebote de 4 décimas y las Instituciones de Inversión Colectiva, los seguros y otras instituciones financieras no bancarias controlan un 5,9% del total de las acciones cotizadas, el mismo porcentaje que en 2022.