El secretario de Comercio de Trump dice ahora que los productos electrónicos serán objeto de aranceles separados

En una entrevista en el programa 'This Week' de la cadena ABC recogida por la agencia de noticias AFP, Lutnick ha detallado que a los teléfonos inteligentes, las computadoras y algunos otros productos electrónicos se les aplicarán aranceles separados, junto con los semiconductores. Al respecto, ha señalado que podrían imponerse en un mes más o menos.

La Administración del presidente de Estados Unidos concedió a última hora del viernes exclusiones de los fuertes aranceles sobre esos productos, importados en gran parte de China, con lo que proporcionó un gran respiro a las empresas tecnológicas como Apple que dependen de productos importados.

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Las exenciones norteamericanas, publicadas en un boletín de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza del país, parecían representar en un principio una limitación de los gravámenes al excluir teléfonos inteligentes, ordenadores, microprocesadores y otros productos electrónicos de dos tipos de aranceles: el arancel del 125% aplicado a China y el arancel base del 10% para casi todos los demás países.

Tras ese anuncio del viernes y antes de los comentarios de Lutnick, el Gobierno chino ha respondido este domingo y ha considerado las exenciones arancelarias sobre productos electrónicos declaradas por Estados Unidos como un «pequeño paso» a la hora de corregir una decisión errónea, pero ha pedido a Trump que reconozca el «error» que ha cometido y anule por completo los gravámenes adicionales que ordenó el pasado 2 de abril.

Antes de las palabras del secretario de Comercio, el Ministerio de Comercio de China ha indicado que ahora mismo «está evaluando la relevancia del impacto» de las exenciones, pero ha estimado de todos modos que «se trata de un pequeño paso para corregir la práctica errónea que representan las tarifas recíprocas».

«Estados Unidos no solo no ha conseguido resolver ningún problema interno, sino que ha socavado gravemente el orden económico y comercial internacional, interferido seriamente con la producción y el funcionamiento normales de las empresas y la vida y el consumo de las personas, y han perjudicado a otros», considera Pekín.

En este sentido, el Gobierno chino insta a Estados Unidos a que «escuche las voces racionales» tanto dentro como fuera de sus fronteras y siga esta decisión con «un gran paso para corregir sus errores y elimine por completo esta práctica» para «regresar a la senda del respeto mutuo y la resolución de diferencias a través del diálogo en términos igualitarios».