La sanidad privada deja 1.000 millones anuales en las arcas de Hacienda

Al menos, esta es una de las ideas que esboza el informe sobre el 'Monitor de la Actividad Empresarial en el Sector Sanitario Español' elaborado por el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS) en el que las cifras generales muestran cómo esta rama privada del sector sanitario toma cada año mayor envergadura. De hecho, sólo la parte privada ocupa al 7,5% de todo los asalariados de nuestro país, lo que supone dar empleo a más de 1,1 millones de personas. Además, en términos generales, el 60% de esta fuerza de trabajo son mujeres.

Estas cifras, más allá, se completan desde la observación de la contribución económica del sector. Según los últimos datos disponibles de la OCDE que agrega el estudio elaborado por IDIS, el gasto en salud en España asciende al 10,4% del PIB en 2022, siendo el 7,3% es de naturaleza pública mientras que el 3,1% es privado.

Esta pata del sector privado se concentra especialmente en seguros médicos privados obligatorios; seguros privados voluntarios, gasto de bolsillo de los hogares, organizaciones no gubernamentales y empresas privadas de sanidad, que generan una facturación de entre 37.000 y 41.000 millones de euros anuales. Mientras que la actividad realizada por el sector empresarial para la provisión de servicios sanitarios públicos (consumo intermedio y conciertos) añaden otros 33.000 millones de actividad económica. La suma de ambas partidas situaría el impacto total desde el punto de vista de gasto sanitario en una cantidad entre 70.000 y 75.000 millones de euros, «es decir, la actividad realizada por las empresas privadas del sector de la salud es necesaria para la ejecución de entre el 54% y el 58% del gasto sanitario total y por consiguiente de la asistencia», señalan desde la Fundación.

En este punto, uno de los aspectos que ensalzaron los expertos y representantes de las compañías del sector durante la presentación del estudio es la importancia de cuidar la colaboración público-privada en esta materia, no sólo por el principal objetivo de ampliar la base de servicios sanitarios disponibles para el ciudadano sino por el reflejo que tiene para las arcas públicas la actividad de estas empresas. Sin ir más lejos, desde IDIS calculan que la contribución del tejido empresarial sanitario (privado) ascendió en 2022 a 939,17 millones de euros por el pago de Impuesto de Sociedades.

Cabe recordar en este punto, que sobre este aspecto recaudador no sólo computa la actividad de las empresas sanitarias en territorio nacional sino también por las ventas realizadas en el exterior. En 2022, la industria farmacéutica incrementó sus ventas al exterior en un 55%, hasta alcanzar los 27.442 millones de euros, lo cual representa un 7,1% del total de exportaciones en España. Así, este segmento concreto se ha convertido en tercero de mayor exportación de bines en nuestro país solo superado por la energía y los automóviles.

El estudio también aflora que, como mínimo, el sector privado sanitario genera 1.103.879 puestos de trabajo de impacto directo e indirecto (7,65% del total de asalariados en España). De ellos, el sector sanitario privado de actividades directas ocupa a 798.304 personas, lo que representa el 5,53% sobre el total de empleos en España. Además, del total de profesionales que ejercen su actividad laboral en el ámbito sanitario privado el 58,33% son mujeres.

Más concretamente, en la fabricación de productos farmacéuticos la proporción de mujeres es del 55%, mientras que si nos fijamos en la totalidad de la industria farmacéutica sube al 66% en 2022, según la memoria de FarmaIndustria. De acuerdo con los informes de AseBio dentro del sector de fabricación de las empresas de biotecnología, más del 65% de los puestos ejecutivos son ejercidos por mujeres, mientras que estos mismos puestos, en las empresas Ibex 35 solo llega al 27%.

«Este es el tipo de sector que queremos tener en nuestro país, y que genera empleo cualificado y femenino, fomentando también la equidad», explicaba el subdirector general de FarmaIndusria, Javier Urzay, durante un coloquio celebrado previamente a la presentación de los resultados señalando que la inversión en sanidad «es lo mejor que puede hacer un país por su futuro».

Argumenta el responsable de FarmaIndustria que este sector funciona como un nivelador social territorial y explica que la inversión en medicamentos también es positiva. «Tres cuartas partes de la ganancia en años de vida de la población se debe a los medicamentos que han cambiado los paradigmas de tratamiento de las enfermedades», recuerda Urzay apuntando que además se evitan bajas laborales y otros costes. «Es un ahorrador neto de costes, una inversión costo-eficiente», explicaba.

«Nuestro sistema sanitario está formado por vasos comunicantes. No sólo el sector público y el privado, sino todos los subsectores que a su vez lo componen son vasos comunicantes entre sí», señalaba el presidente de la Fundación IDIS, Juan Abarca, sobre las conclusiones generales del estudio, subrayando la importancia de que todas las sub áreas de actividad estén alineadas y ajenas a decisiones ideológicas que puedan impactar negativamente en el despliegue del Estado de Bienestar.

«Somos 12 millones los españoles que contamos en la actualidad con un seguro privado de salud. Lo que motiva a estas personas a tener un seguro de salud privado es una cobertura accesible, que tiene una magnífica relación calidad precio y que permite acceder al especialista directamente», ha señalado el secretario general de la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras, Luis Miguel Ávalos.

«Estamos siempre en los avances más punteros, necesitamos dar respuesta a la alta complejidad e incorporar estos procedimientos pioneros. En la actividad quirúrgica realizamos una de cada tres intervenciones. La sanidad privada es una parte fundamental porque así nos elige el ciudadano, somos fruto de la libertad de elegir dónde quiere ser tratado y de una manera asequible. Somos el aliado flexible, aportamos sostenibilidad y flexibilidad al sistema donde la falta de flexibilidad es una de sus principales carencias», ha declarado el presidente de la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), Carlos Rus.

«Hablar de iniciativa privada en Sanidad es hablar de: motor económico, mejora de la salud, empleo, investigación e innovación, mejora social, creación de talento y formación y de compromiso y colaboración indiscutibles. Sin iniciativa privada no hay fármacos ni vacunas, no hay transporte sanitario, tecnología diagnóstica ni terapéutica, ni recursos residenciales y asistenciales suficientes», ha concluido la directora general de la Fundación IDIS, Marta Villanueva.