Sánchez planea un «campeón nacional» con Telefónica, Indra e Hispasat
La variante más ambiciosa del plan pasa por integrar a largo plazo las tres empresas participadas por la SEPI
La más fácil y a corto plazo, fomentar la colaboración entre ellas en proyectos clave en línea con los del Gobierno
«Son maniobras ideológicas e intromisiones en el mundo empresarial»
Madrid
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Iniciar sesiónEl Gobierno tiene sobre la mesa una gran operación de participadas, a través de su brazo inversor, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), para crear un gran «campeón nacional» en telecomunicaciones, ciberseguridad y defensa, a modo de aquellos grandes grupos estratégicos que existieron durante ... los años 80 y 90, entonces ante la perspectiva de que la entrada en la Unión Europea y la apertura de fronteras alimentaran el apetito del capital foráneo por nuestras 'joyas de la corona'. Según ha podido saber ABC de fuentes próximas al Gobierno y a las empresas implicadas, el 'monstruo' estratégico deseado hoy por La Moncloa incluiría a Telefónica, Indra e Hispasat.
Las mismas fuentes consultadas explican que el Ejecutivo, para crear este nuevo «campeón nacional», sopesa diferentes variantes pero la más ambiciosa pasaría por utilizar la 'gran caja' de la que dispone la primera operadora española de telecomunicaciones para hacerse con Indra, una vez que esta venda, en principio por partes, su división de Tecnología y Consultoría Digital (Minsait), plusvalías que a su vez ésta utilizaría para hacerse con la participación que Redeia (en la que la SEPI cuenta con un 20%) tiene en Hispasat.
Y es que desde su llegada al poder, al presidente, Pedro Sánchez, le ha rondado la idea de volver a tener «campeones nacionales» como en épocas pasadas, por la importancia esencial para la competitividad del país de «tener un grupo de empresas con sede en España y con el tamaño suficiente para ser líderes globales», aseguran las fuentes del entorno de La Moncloa.
Competitivos en Europa
Por ello, desde el entorno del Ejecutivo sanchista se han ido moviendo hilos para ir estructurando una gran operación que desemboque en la creación de este gran grupo estratégico de las telecos, la defensa, la ciberseguridad y el espacio preparado para competir en igualdad de condiciones en Europa y, una vez consolidado, en el resto del mundo.
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La creación de un gigante competitivo que justificaría precisamente el mensaje que se ha lanzado desde el seno del Gobierno sobre los temores a que grandes fondos extranjeros o grandes multinacionales se hagan con el control o con una participación significativa que les otorgue cierto poder en las grandes empresas estratégicas españolas, tal y como está ocurriendo en los últimos tiempos también con Naturgy o Talgo, amén de Telefónica.
Según las fuentes conocedoras de los planes del Gobierno consultadas por este periódico, los últimos movimientos en torno a la entrada de su brazo inversor, la SEPI, en Telefónica, donde ya alcanza el 6% del capital mientras prepara en las próximas semanas alcanzar hasta el 10% comprometido en la operadora, ya van en esa dirección. Tanto como está igualmente en la misma dirección el control cada vez mayor que tiene en el consejo de Indra, en la que el Estado está presente a través de la SEPI con un 28%, y tras la decisión inesperada estos días de dar poderes ejecutivos a su presidente, Marc Murtra, a la par que los de su consejero delegado, José Vicente de los Mozos, con el que según las fuentes ha mantenido desde su llegada fuertes discrepancias estratégicas y de gestión de la tecnológica.
En los planes del equipo que rodea al presidente Sánchez, con el beneplácito y apoyo de la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero –cartera de la que depende la SEPI– está también la compra por parte de Indra de Hispasat, o en su defecto, Hisdesat, para integrar el negocio del espacio, estratégico en la economía global del futuro para los Estados.
Hispasat, la compañía presidida por el exministro Pedro Duque, está controlada en un 89,68% por Redeia, un 7,41% de la SEPI, y un 2,91% por el CDTI; una participación que no considera estratégica y estaría dispuesta a vender en el momento idóneo.
Ahora bien, tal y como adelantó ABC, si finalmente la opción de «engullir» Hispasat se antoja muy «pesada» o «imposible», la solución pasaría por comprar la filial Hisdesat, el proveedor comercial internacional de servicios de comunicaciones por satélite, con acuerdos punteros con el Ministerio de Defensa desde hace 20 años. La operación entonces con Hispasat, pasaría por incrementar el 7% de Hisdesat que ya tiene Indra y comprarle el total o parte del paquete accionarial que controla Hispasat, el 43%.
Siguiendo el guion
De momento, los planes del equipo de La Moncloa se van cumpliendo. Con algo más del 6% del Estado en Telefónica tiene la intención de pedir un consejero, que podría subir a dos si llega pronto al 10% comprometido, mientras en paralelo, Indra sigue con su plan de vender Minsait, para el que tiene ya varios fondos de capital riesgo que han mostrado interés, como Cinven, Bain Capital y Apax Partners. Algo que, por cierto, el Gobierno no ve con buenos ojos ya que, tal y como está ocurriendo en los casos de Talgo y Naturgy y la, digamos, 'intermediación' de Criteria –el brazo industrial del grupo La Caixa–, se deduce que Sánchez preferiría tirar también de un inversor industrial que contase con su beneplácito.
Las fuentes explican que precisamente, hasta ahora, las divergencias en la cúpula de Indra sobre qué hacer con la división de tecnología, habían ralentizado a su vez los planes a más corto plazo de La Moncloa sobre este negocio de Indra, pero tras consensuar entre presidente y CEO la venta de la filial en participaciones minoritarias, se vuelve a poner en marcha otra de las variantes, pero a más corto plazo, que baraja el equipo del gabinete Sánchez.
A saber. Dado que en el momento actual una operación de fusión entre Telefónica e Indra aún no parece posible, por el alto coste para Telefónica, que debería trasladar a todos sus accionistas el por qué de un gasto de este calibre y por las complejidades regulatorias y de competencia que surgirían, el Gobierno valora más su plan B. A través de esta segunda opción, se potenciaría la colaboración entre ambas compañías, una pseudointegración, compartiendo proyectos en negocios de ciberseguridad, inteligencia artificial, o infraestructuras digitales, en línea además con los liderados por el propio Gobierno en su hoja de ruta enmarcada en el Plan de Recuperación y los fondos Next Generation europeos.
Y es en este punto donde las fuentes explican las prisas que ha mostrado el Gobierno a través de la SEPI para entrar en el accionariado de Telefónica, en la que en tan solo un mes ha comprado un 6%, para así, ir haciendo realidad esta parte primera de su objetivo hacia un campeón nacional, fomentando ya las relaciones con las otras participadas de la SEPI. A partir de aquí, y con el 10% como compromiso, barajar todas las opciones de colaboración: desde compartir contratos, crear sociedades conjuntas e incluso compartir participaciones accionariales.
En esta variante del plan, incluir el negocio espacial vendría después, a través de la compra de Hispasat, para lo que tampoco habría prisas, y se prevé en el horizonte a 2026.
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