Sánchez se cita con los primeros espadas de un Ibex enfrentado contra su política impositiva

La lista de invitados es al más alto nivel, de presidente o consejero delegado. La reunión se producirá tras la intervención de Sánchez en Davos, que está prevista entre las 16.45 y las 17.15 horas. Después llegará el momento de verse con los directivos y poder intercambiar pareceres durante unos minutos, en un formato similar a otros años. En este sentido, en anteriores ediciones parte de los primeros espadas del Ibex han estado presentes durante la intervención del presidente del Gobierno y después han acudido a la reunión.

Según ha podido confirmar este periódico, todas las empresas tienen intención de acudir a la cita con el jefe del Ejecutivo. Por parte de Iberdrola irá Ignacio Galán, Carlos Torres por BBVA, Francisco Reynés por Naturgy, Rafael del Pino por Ferrovial, José María Álvarez-Pallete por Telefónica, Josu Jon Imaz por Repsol, José Manuel Entrecanales por Acciona y Maarten Wetselaar por Cepsa. Todos ellos presidentes o consejeros delegados de sus respectivas empresas. En el caso de Banco Santander, la voluntad de la presidenta Ana Botín es estar presente, pero en todo caso, entre los confirmados también figura el CEO Héctor Grisi; aun así, está previsto que en un momento u otro Sánchez acabe viéndose con Botín.

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Escrivá critica que en Europa hay un sistema «muy bancarizado»

Blanca Martínez Mingo

El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública de España ha señalado que la falta de inversión en capital de riesgo es una traba para la innovación en el continente europeo

En el formato escogido por La Moncloa, con un tono más informal, está previsto que Sánchez transmita sus mensajes a la gran empresa y esta pueda replicar con sus argumentos. Según confirman fuentes conocedoras, parte de los ejecutivos del Ibex tienen pensado transmitir al jefe del Ejecutivo la necesidad de tener estabilidad jurídica en España y de fomentar la colaboración público-privada.

Así las cosas, el Ibex llega a esta cita enfrentado en buena medida contra la política fiscal que sigue el Gobierno, principalmente la banca y las energéticas a raíz de la imposición de los impuestos a ambos sectores y la voluntad de perpetuarlos. De hecho, sonadas han sido las amenazas de Repsol de llevarse inversiones fuera de España, así como los choques continuos de Sánchez con el presidente de Iberdrola, Galán. El propio Galán, incluso, dio plantón al presidente del Gobierno en el encuentro que se organizó el año pasado.

Asimismo, esta cita está prevista que sea la primera vez que se vean las caras el presidente del Gobierno y el máximo dirigente de Ferrovial, Del Pino, tras la decisión de esta última compañía de mudarse a Países Bajos; en aquel momento, el presidente de la constructora trató de hablar por teléfono con Sánchez, pero la conversación no llegó a darse. Esta operación desató un terremoto político del Ejecutivo contra la empresa.

La intervención de Sánchez en Davos tendrá lugar en la tercera jornada del foro. Ayer, las intervenciones de españoles, entre otros, las protagonizaron José Luis Escrivá, ministro de Transformación Digital; José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica; y Carlos Torres, presidente de BBVA.

Escrivá intervino en una mesa sobre innovación en la que criticó que el sistema financiero europeo está «muy bancarizado» y «no orientado hacia el mercado de capitales», lo que también impacta en la inversión en innovación.

Pallete, en su discurso, incidió en la importancia de que Europa retome la senda de la competitividad, de que recupere el liderazgo y la ambición y de que se confíe en las empresas europeas para liderar el cambio. «Estoy definitivamente a favor de más Europa, más armonización y más incentivos, no más regulación», afirmó el presidente de la teleco, para insistir en que «lo único que pedimos es que nos desregulen y nos dejen competir».

Desde el lado de la transición energética, Carlos Torres defendió la necesidad de «involucrar» al consumidor final en este asunto para acelerar el proceso de descarbonización, al tiempo que abogaba por «políticas coherentes y consistentes» que actúen no sólo en el lado de la oferta, sino que también incentiven a los consumidores.

Ayer también fue el turno de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que aprovechó para destacar que «la inteligencia artificial, utilizada de forma responsable, es clave para aumentar la productividad».